Fuertes disturbios se presentaron en la Universidad Nacional de Colombia en la Sede Bogotá. Los enfrentamientos fueron entre el grupo Llamarada Mentes Libertarias y miembros del Escuadrón Movil Antidisturbios ESMAD, en la entrada de la Avenida carrera 30 y la entrada auxiliar hacia el costado sur, junto a la capilla de la Unal. Los enfrentamientos tuvieron lugar entre las 9:30 y las 12m, cuando el grupo encapuchado se retira. El motivo de dicho enfrentamiento es, de acuerdo a panfletos entregados dentro del campus, una protesta contra el PND al que llaman engañoso, tramposo y promotor de la guerra.
Hacia las 9 de la mañana, el grupo hace presencia en la universidad, se presenta una incautación de material explosivo por parte de miembros de la vigilancia en el auditorio León de Greiff, que acarrea a una presunta retención de un guardia, adicionalmente en el conservatorio de música sucede un altercado entre unos miembros de la comunidad universitaria y el grupo clandestino por el acceso al edificio. Dados los altercados y el comienzo de los enfrentamientos, el nivel central de la universidad da la orden de desalojo a las 9:38am. Los disturbios se prolongan por cerca de dos horas, principalmente en la esquina de la calle 32 con carrera 30, donde se presentaron daños a vecinos del sector y, de acuerdo con la personería, el suceso dejó un total de 5 policías con heridas leves. A las 11:30 am el grupo clandestino encendió fuego a la garita de seguridad de la entrada auxiliar, acusando seguimiento y tortura a estudiantes en dicho lugar y profiriendo mediante un rayón en la pared una amenaza contra alias ´Centella’. Tras el acto, hicieron presencia miembros de la división de vigilancia y seguridad interna de la universidad (DVS) y de la empresa de vigilancia privada. Con quienes hubo un altercado, pues miembros del grupo Llamarada, acusaron a unos miembros de la DVS de paramilitares. El grupo de encapuchados se retiró y algunos estudiantes evitaron el ingreso de la policía, quien se retiró del parque de la diagonal 29B.
Los hechos presentados el día de hoy en la universidad (sumados a las amenazas del grupo paramilitar ‘Águilas Negras’ a miembros de la comunidad universitaria, con extraordinaria precisión en la información manejada) ponen nuevamente en la agenda pública la necesaria reflexión sobre la seguridad interna y privada en el claustro universitario y el debate sobre la convivencia en su interior.
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