25 de marzo de 2016

PÍLDORAS PARA LA MEMORIA.

 ¡En el viernes santo sangriento ratificamos nuestro derecho a existir!


Hoy hace 55 años, habitantes del Barrio Policarpa de Bogotá, apoyaron a 250 familias sin techo en la toma de predios que aún estaban desocupados en el mismo barrio. Esta fue la segunda gran recuperación de terrenos urbanos impulsada por la Central Nacional Provivienda (CENAPROV), en pro de la lucha de los destachados por el derecho a una vivienda digna.

A partir de los relatos del libro del historiador Álvaro Oviedo Hernández, Memoria y luchas urbanas. Por el derecho a una vivienda digna. Historia de vida de Mario Upegui, es recordado este proceso de lucha y resistencia. 

"Un viernes santo fue la batalla campal en la que el Barrio Policarpa ratificó su derecho a la existencia.
(...) Aplicamos el sistema de casas caminantes. Se armaban los ranchos en otra parte y por la noche lo trasladamos hasta el sitio dónde iban a quedar, esos ranchos eran más fuertes, armazón hecho en palos asegurados, y cubiertos en tela asfáltica (...) Entonces dijimos cambiemos la táctica, la policía siempre esta acostumbrada a que nosotros invadamos por la noche.
(...) Invadamos lo que queda aquí de la comunidad del Policarpa con estas familias, aquí caben. (...) Entonces, comenzamos a cuadrar eso y le dijimos a la gente que ya vivía en el Policarpa que los dejara construir en sus lotes una cabaña,una caseta, prefabricada; y todo mundo comenzó a construir. Entonces construyamos unas casas muy livianas, de cuatro durmientes, seis durmientes, ocho durmientes, en todo caso que quedara fácil poderla transportar".

Foto: http://concejaljaimecaycedo.blogspot.com.co/2010/09/policarpa-barrio-de-bogota-que-hace.html
(...) Total, que esa fue una batalla campal que duró desde las tres de la tarde hasta las seis de la tarde, ¡tres horas! De combate de la gente con lo que tenía... yo creo que no ha habido -y creo que es muy difícil que aún pueda haber, salvo algún levantamiento ya insurreccional- en este país, una lucha urbana tan berraca como la que que se vio en el Policarpa y tan bien sincronizada, una respuesta a la retaliación, tan fuerte como esa, donde participaron los niños, abuelos, los jóvenes, las mujeres, todo mundo, todo mundo participó!".

Foto: http://concejaljaimecaycedo.blogspot.com.co/2010/09/policarpa-barrio-de-bogota-que-hace.html
"Entonces dieron orden de disparar y comenzaron a echar plomo, ¡ hijuemadre! A disparar y con bayonetas, con cuchillos en la punta de los fusiles, ¡hijuemadres! amenazando, comenzaron a disparar y a avanzar, y nosotros ataje, dándoles con lo que teníamos, hágale el quite y dele con lo que tenga, pero con toda, eso era una batalla, y entonces también ellos empiezan a sacar polícias heridos, los arrastraban y ellos mismos se los llevaban y nosotros también comenzamos a sacar compañeros heridos".
Las luchas del Policarpa
Foto: archivo El Espectador


Foto: http://concejaljaimecaycedo.blogspot.com.co/2010/09/policarpa-barrio-de-bogota-que-hace.html
"(...) Y la comisión de seguridad orientando, y las enfermeras, hermano, atendiendo heridos, la vimos berraca porque echaban mucha bala, pero los enfrentábamos, bueno combatíamos con todo lo que teníamos, y veo un niño sangrando muy feo y a Luis Vega, que estaba peleando con nosotros por la calle tercera sur entre la carrera décima y el salón cultural, ¡pum´! ahí lo mataron, le pegaron un tiro en la cabeza, le pasó de lado a lado y ahí quedó".
Foto: cartelurbano.com

"El 10 de abril se organizó el entierro del compañero Vega con un desfile muy concurrido hacia el Cementerio Central, donde intervino el compañero Manuel Cepeda. (...) Al Barrio no entraba la policía, no entró como en cinco años".
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21 de marzo de 2016

Todo lo que mal sube, mal vuelve a caer


El adagio se cumple: “Todo lo que mal sube, mal vuelve a caer”, y es más fuerte el golpe de la caída, que la felicidad de la subida. Ocurrieron cosas infames en el entorno del hoy EX-Rector de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC) Gustavo Álvarez, para lograr su reelección inmediata. Lo primero fue cambiar el articulito del acuerdo para poderse reelegir, lo que en el ámbito universitario y social es un despropósito y constituye una falta gravísima a la ética, ya que se estaría aprovechando del poder para hacer prevalecer sus intereses individuales y de los colectivos que lo rodean. Lo segundo fue cómo se manipularon las elecciones que se llevaron a cabo fuera del campus universitario y además rodeado de policía.
El grupo de poder se fue cerrando hasta tener el control absoluto de todo. Los medios de información (desinformación) fueron controlados de manera familiar, entregando y difundiendo fotografías de corte de cintas e inauguraciones de edificios. Se impuso a la fuerza la persecución tanto a profesores como a estudiantes, porque en la lógica el que piensa y actúa diferente al “status quo” pierde, porque el que manda, manda, así mande mal. Se creó un clima de guerra sucia contra quien llegara a pensar diferente, y en esta administración la mentira y la persecución se apodero del  alma mater.
La investigación, la extensión, y las decanaturas se convirtieron en el botín anhelado, no por la forma de desarrollar temas académicos y científicos, si no por cuenta de la lealtad profesoral al rector, que terminó entregando los cargos y decanaturas no por méritos si no por lealtades. La universidad quedo moribunda entre papeles manipulados e informes maquillados que intentan mostrar lo que no es.
La academia ha padecido por este afán de poder, y ha presentado un duro retroceso en estos cinco años de mal gobierno universitario, en donde el órgano más importante de decisión en el ámbito universitario como lo es el consejo superior universitario, terminó cooptado por agentes externos a la universidad, donde lo único que ven es una empresa más que explotar.
Es necesario y urgente que el movimiento estudiantil reorganice la universidad, procurando que esta se ponga al servicio de las necesidades sociales y económicas del pueblo colombiano, y no al servicio de la maquinaria politiquera que gobierna este país y al propio departamento boyacense.



Foto: Gustavo Álvarez. Ex-rector UPTC
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17 de marzo de 2016

Pliego de exigencias del paro nacional 17 de Marzo

Bogotá, 9 de marzo de 2016

Doctor
JUAN MANUEL SANTOS CALDERÓN
Presidente de la República

Presidencia de la República de Colombia
Palacio de Nariño
Bogotá, D.C.

Señor Presidente:

Luego del fracaso en las negociaciones del Salario Mínimo Legal, la absurda y arbitraria venta de ISAGEN, el escándalo de REFICAR, el anuncio de la Reforma Tributaria lesiva para los sectores populares, la liquidación de CAPRECOM y de SALUDCOOP, el incumplimiento para con los pensionados y los trabajadores sobre un acuerdo suscrito con usted para reducir los aportes en salud del 12 al 4% y el restablecimiento del valor del recargo nocturnos y los dominicales y festivos, constatados los incumplimientos a los acuerdos suscritos con Dignidad Agropecuaria, Cumbre Agraria, así como con la cruzada camionera, taxistas y otros sectores; sumando a lo anterior, la nociva agenda legislativa, el alto grado de empobrecimiento de nuestros campesinos y la mayoría de la población, el alto costo de la canasta familiar y el transporte público, el desempleo, la informalidad, la impagable deuda externa, todo ello producto de un modelo económico neoliberal regresivo, hemos decidido convocar, organizar y llevar a cabo una JORNADA NACIONAL DE PROTESTA bajo la figura de un PARO NACIONAL, el cual se llevará a cabo el día 17 de marzo del presente año, en todo el territorio Colombiano.
Conoce usted, señor Presidente, la tragedia que vive nuestra niñez en muchos lugares de Colombia donde, en una macabra danza de la muerte miles de niños fallecen de hambre, sed y toda clase de enfermedades, por el abandono de su gobierno y de una clase dirigente arrogante y mezquina. El paramilitarismo lejos de desmontarse, sigue rampante en el territorio nacional sembrando muerte y terror, constituyéndose en un obstáculo y una amenaza para las garantías que deben gozar las ciudadanías para el pleno ejercicio de sus derechos y pervivencia en el territorio.
Las organizaciones firmantes apoyamos las negociaciones del gobierno nacional con las guerrillas para poner fin al conflicto interno, impulsaremos el mecanismo de refrendación que acuerden las partes y pedimos total compromiso en el cumplimiento de lo acordado. El momento exige el máximo de responsabilidad para evitar más frustraciones para nuestro pueblo y poder concretar el anhelado acuerdo de paz.
Pedimos al gobierno nacional que de la misma manera que se negocia en La Habana, se atiendan los reclamos y la participación de los sectores gremiales y sociales, y se respete la protesta ciudadana.
En este orden de ideas a continuación nos permitimos plantear, el Comando Nacional Unitario y la Coordinación de organizaciones sociales y políticas, las principales exigencias que requieren de una respuesta urgente de parte de su gobierno a saber:

1.      Desarrollar un programa estructural con medidas de emergencia para el pueblo guajiro y otros más donde la hambruna y la muerte de la niñez, es una vergüenza para Colombia.
2.      Cumplimiento de los acuerdos firmados entre el gobierno y las diferentes organizaciones representativas de los trabajadores, pensionados, campesinos, afros, estudiantes, indígenas, transportadores y empresarios agrarios.
3.      Frente a la carestía de la vida, demandamos alza general de salarios y del subsidio de transporte, con equidad salarial para las mujeres y reducción de las tarifas de los servicios públicos y el transporte. Disminución del costo de la canasta familiar y el establecimiento de mínimos vitales.
4.      Defensa del patrimonio público, especialmente de Ecopetrol (construcción del PMRB, no a la venta de las filiales ni al cierre de campos petroleros) y las empresas públicas territoriales, entre otras: Aseo, ETB, EAAB, EEB, Emcali y la participación del Estado territorial en ISA, ISAGEN.
5.      Evaluación y revisión de los Tratados de Libre Comercio. Defensa de la producción nacional, tanto agropecuaria como industrial, mediante mecanismos arancelarios, tributarios, financieros, (condonación parcial de deudas y rebaja de intereses para los afectados por el verano), entre otros. Rechazo a la importación de alimentos con arancel cero y el desmonte de las licoreras.
6.      No a la privatización de la salud y la educación a cargo del Estado y demandamos Incremento presupuestal para estos sectores. Dignificación de la salud de los y las docentes y pago de deudas laborales. Reforma universitaria democrática y concertada y la condonación de deudas de estudiantes con el ICETEX y fortalecimiento presupuestal del SENA.
7.      Promoción del empleo en condiciones de trabajo digno y decente, política de formalización laboral y ampliación de las plantas de personal en el sector público y privado, con quienes cumplan funciones permanentes y misionales, así como protección del derecho al trabajo y acceso al espacio público para los informales.
8.      Promover un ordenamiento territorial con base a la protección del medio ambiente, el agua como un derecho humano fundamental y los ecosistemas estratégicos esenciales para la vida. Exigimos la moratoria minera, los acatamientos a los fallos de la Corte Constitucional, la consulta previa vinculante y decisoria para los proyectos minero- energéticos y prohibirlos en los cascos urbanos.
9.      Reducción de los precios de los combustibles y congelamiento de peajes, así como también, impedir la cesión de corredores viales.
10.  La reforma tributaria no puede ser de carácter regresivo, por consiguiente, se elimine las exenciones tributarias a las multinacionales y no se aumente el IVA, ni se amplié su base gravable, ni se impongan cargas tributarias a la clase trabajadora y pensionados y se elimine el 4x1000.
11.  Defensa de la tierra y los territorios para la producción agropecuaria del campesinado y el reconocimiento de sus derechos. Fortalecimiento de la economía propia. Sustitución concertada y gradual para los pequeños productores de cultivos de uso ilícito.
12.  Garantía plena de los derechos humanos, libertades sindicales y no criminalización ni judicialización de la protesta social y reparación colectiva. Desmonte del ESMAD.
13.  Fortalecimiento del régimen de Prima Media (Colpensiones) y no realizar modificaciones regresivas al régimen pensional. Pleno reconocimiento de los derechos prestacionales de militares y policías en retiro.
14.  Disminución de las tasas de interés acabando la especulación financiera, protegiendo al sector de la economía solidaria (cooperativas, cajas de compensación).
15.  Definir una política pública concertada de lucha contra la corrupción y la impunidad, que tenga en cuenta el fortalecimiento de los órganos de control y la justicia.


Bogotá, 9 de marzo de 2016

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5 de marzo de 2016

VIVA LA LUCHA Y LA LIBERACIÓN DE LA PATRIA NUESTRA*



“VIVA LA LUCHA Y LA LIBERACIÓN DE LA PATRIA NUESTRA”**

Lucas Rodriguez, portada Revista Caravana
En Colombia los adjetivos y sobrenombres han sido el instrumento central de la prensa para marcar socialmente situaciones, lugares, personas, etc. Poca o nula participación tiene allí el análisis profundo y la opción por presentar varias aristas de una misma situación, Camilo Torres Restrepo es una muestra más de tan lamentable realidad, su encasillamiento como “cura guerrillero” ha oficiado como epitafio buscando impedir que hombres y mujeres, niños y viejas se acerquen a la experiencia profundamente humana de un hombre que hizo de su vida símbolo de esperanza para generaciones.
El sacerdote, el político, el sociólogo, el académico, el Camilo humano han buscado que quede bajo la lápida del “cura guerrillero”, han tratado con la fuerza de la industria mediática y editorial hacer de estas dos palabras términos peyorativos en la experiencia de un hombre que sin abandonar su vocación sacerdotal optó por la lucha armada como camino para lograr un cambio profundo en la sociedad colombiana.
A 50 años de su muerte apostamos por una mirada distinta de la vida del sacerdote quizá más influyente de la política nacional del siglo XX. Intentando abarcar sentires y pensamientos generados por su decisión irrevocable de buscar una Colombia más digna para las mayorías, recurrimos al arte que durante décadas ha encontrado en Camilo una fuente de inspiración o un símbolo digno de ser pintado, recitado, dibujado, fotografiado, esculpido, narrado o cantado. En las expresiones artísticas sin duda no podemos abarcar por completo una historia tan rica como la del hombre muerto en las montañas santandereanas en la década del 60, pero estamos convencidos (as) que es una arista imprescindible en el ejercicio necesario para nuestro país de comprender la dimensión de un hombre que hoy sigue inspirando a millones de hombres y mujeres en toda América Latina en el camino de su liberación.
Mardoquea,contraportada Revista Caravana
Allí esperamos tener la fortuna de reflejar al Camilo humano, al sacerdote que profesó el amor eficaz como premisa cristiana, al sociólogo que práctico una ciencia comprometida con las problemáticas sociales, al político que lideró grandes procesos de unidad entre colombianos organizados y colombianos no alienados bajo ninguna bandera partidaria, al guerrillero que con la sinceridad juvenil evitó cargos y comodidades para combatir hombro a hombro con campesinos y obreros en las montañas colombianas por alcanzar una sociedad más justa.
Nuestro modesto aporte sólo pretende ser eco de las miles de voces y sonrisas que en los lugares más sufridos del territorio colombiano encuentran en Camilo la figura que inspira sus luchas cotidianas.









*Extracto de un poema de Manuel Gustavo Chacón
**Texto presente en la Revista Caravana



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Revista Caravana
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1 de marzo de 2016

A PROPÓSITO DE LA SEMANA CAMILO TORRES: LAS DIMENSIONES DE LA UNIVERSIDAD EN NUESTRA SOCIEDAD*



A PROPÓSITO DE LA SEMANA CAMILO TORRES: LAS DIMENSIONES DE LA UNIVERSIDAD EN NUESTRA SOCIEDAD*


Ojalá, que en las universidades sigan surgiendo académicas-deportistas, sacerdotes-sociólogos, abogados-novelistas-pintores, militantes-científicas, políticos-ingenieros, entre otros, que en interacción propongan y definan nuevas formas de la producción académica y de saberes múltiples.
 
S. E.
Miembro del grupo de investigación Teopoco


A propósito de la semana Camilo Torres conmemorada en la Universidad Nacional de Colombia hace unos días, se re-abren debates en torno al lugar de la universidad en nuestra sociedad, sus límites y su relación con las ideas políticas y religiosas de quienes la conforman. Para formular la cuestión podría preguntarse: ¿ciencia, religión y política deben plantearse como ámbitos separados y excluyentes entre sí para la comunidad universitaria?


En primer lugar, pensar que la sociedad se encuentra dividida en ámbitos que no se intersectan, o no deberían hacerlo, así como pensar que la universidad es el lugar donde el conocimiento se produce inmaculado y alejado de toda la contaminación de la política, los juicios de valor y las religiones, constituye un error fundamental, que atenta contra la manera conflictiva como ésta misma se desarrolla y contra lapotencia de las ideas de universidad y de múltiples prácticas universitarias.

En la medida en que las relaciones sociales no están segmentadas y divididas en ámbitos independientes, la realidad social deviene toda; converge y aparece de forma múltiple. Por ejemplo, en la vida cotidiana no dejamos de ser hermanos o mujeres, para ser trabajadoras o arquitectos; sino que siendo hermanos, estamos apelando a ser mujeres y al tiempo abogados y simultáneamente dejando de ser hombres. Utilizando una sentencia grosera por su generalidad, nos encontramos situados en distintos órdenes y lugares que se entrecruzan de forma conflictiva y a partir de los cuales intentamos definirnos a nosotros, definir al “otro” y definir al mundo.

De esta misma forma funciona la universidad, y en tal sentido no puede ser que aún hoy se esté pensando que entrar a la universidad es entrar a un lugar de “prestigio” y de “cultura” alejado del conflicto social y en el cual asumimos el rol de observadores que deben aislarse de los problemas sociales y luego escribir libros y artículos desde el ámbito pulcro y objetivo del conocimiento. Contrariamente a esto, la particularidad de los distintos centros o lugares de reflexión y crítica, como las universidades, es que para leer un libro, para resolver un problema de la ciudad, para evaluar una política pública o para pintar un lienzo, no se puede dejar a un lado las preguntas, ideas, prácticas y creencias personales y colectivas como si fueran prendas de vestir que se quitan y se dejan en un pechero en la portería de la entrada a la universidad.

Evidentemente los límites entre la política, la academia y lo religioso son difusos tanto en la sociedad como en la universidad. Tal “confusión” o “falta de límites”, lejos de constituir una falencia, hace evidente la conflictividad propia de prácticas e ideas que en la universidad jalonan la reflexión y el debate permanente en función de la construcción social y múltiple del conocimiento. En el terreno de la universidad, en otras palabras, sería deseable que reinara la confusión y la imbricación de distintos ámbitos y saberes en tanto son la fuente de nuevas formas de relación, interpretación y conceptualización posibles; o, en términos prácticos, nuevas formas de sociedad, universidad y país pueden ser pensadas y proyectadas en un futuro no tan lejano.

Resulta necesario recordar, además, que la pretensión de objetividad, imperativo que aún hoy en día es practicado en distintas universidades, no ha sido más que un movimiento de las subjetividades (de posiciones particulares) para ocultar distintos lugares de enunciación y privilegiar, en la mayoría de los casos, el canon, el lugar tradicional y todo lo reconocido ad verecundiam (por autoridad).

Desde mi perspectiva, la reflexión académica, fundamentalmente, se encuentra articulada a la noción de “crítica”; labor que, como mostrara Marx, dinamiza la cultura o, en otras palabras, hace evidente el carácter contingente de las instituciones y de los saberes. En el ámbito de la academia, por tanto, ya se trate de ciencias naturales o sociales, si la crítica constituye su punto central, el científico –en tanto científico y no a pesar de ser científico– toma partido. Es inevitable que tal evento ocurra, entendiendo que la política y la religión no se reducen a imperativos o dogmas, sino que se articulan desde el pathos(ánimo) de la academia: la investigación y proyección de la vida social.

Ojalá, que en las universidades sigan surgiendo académicas-deportistas, sacerdotes-sociólogos, abogados-novelistas-pintores, militantes-científicas, políticos-ingenieros, entre otros, que en interacción propongan y definan nuevas formas de la producción académica y de saberes múltiples.

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*Texto formulado a manera de respuesta a la editorial de Mauricio García Villegas, publicada en el espectador el 19 de febrero de 2016: http://www.elespectador.com/opinion/semana-camilo-torres

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