El día de hoy, jueves 13 de
febrero, la Plaza Che de Universidad Nacional de Colombia fue escenario de
contrastes intrigantes e indignantes. Por una parte Daniel Quintero candidato
por el partido liberal a la cámara por Bogotá realizo con un grupo de personas
una acción a la que llaman atentado por
la paz. En ella un grupo encapuchado con banderas pequeñas con el lema La paz sin peros se formó en la Plaza Che
frente a una cámara y grabo un video que llamaba a la extrema izquierda y a la
extrema derecha a no ser un obstáculo frente a la paz; de la misma manera
criticaba la violencia en las universidades y además invitaba a que estas
fueran templo del debate. Por ultimo algunos cientos (no cinco mil como lo
señala la W) de las banderas que
portaban fueron plantadas en la plaza che.
Este video está rotando por las
redes sociales despertando diferentes impresiones en las personas que lo han
visto. Cada cual puede pensar de este lo que le plazca. Nosotras y nosotros
vemos cosas que definitivamente no podemos dejar de señalar.
Lo primero es lo
ocurrido alrededor de las 2: 30 pm posterior a la actividad de la campaña
política, mientras caía un fortísimo aguacero las trabajadoras y los
trabajadores de Casa Limpia recibieron la orden por parte del interventor
Gilberto (de quien debemos el apellido) de recoger todas las banderas. Vale
preguntarle al interventor ¿No es posible exponerse a enfermedades cuando se está
de esta manera debajo de la lluvia? ¿Estaría usted dispuesto a mojarse como
tuvieron que hacerlo los y las trabajadoras? ¿No podrían recogerse las banderas
cuando escampara? Tristemente en una sociedad tan injusta y violenta como la
nuestra en acciones como esta se reafirman posiciones de poder y de falta de
sensibilidad con la vida humana.
De manera mucho más clara una
señora de las trabajadoras de Casa Limpia expresaba su indignación mientras recogía
una de las banderas y se preguntaba en voz alta ¿Esta es la paz? Y categóricamente se respondía No, esta no es la paz. Desafortunadamente
esta imagen se la llevaran plasmada miles de jóvenes que participaban en una
actividad del preuniversitario adelantado por la secretaria distrital que se
desarrollaba en el auditorio León de Greiff.
Es de resaltar que ante una
situación como esta algunas y algunos estudiantes se solidarizaron y optaron
por mojarse para terminar de una manera más rápida con el absurdo.
Por otro lado y problematizando
más lo ocurrido, la actividad de campaña política que se realizó puede calar en
los grandes medios de comunicación por creativa o innovadora, sin embargo por
parte de quienes vivimos la cotidianidad de la educación pública podemos decir
que realmente carece de originalidad. Compartimos los llamados a que ningún
extremismo sea obstáculo para la paz. Lo que no compartimos es que se llame a
la discusión y al mismo tiempo se desarrolle una actividad con la universidad
en vacaciones y casi ausente de estudiantes. Tampoco compartimos la idea de que
la violencia es generada por grupos de estudiantes encapuchados, pues por completo desconoce que instituciones como la
policía Colombiana son focos de violencia, corrupción y violación de los
derechos humanos. ¿Cuándo la actividad será frente a una tanqueta? Vale la pena
criticar las formas de acción política de la universidad y de la sociedad, pero
nunca la universidad ha sido generadora de violencia; al contrario la ha
sufrido, y de sus aulas, plazas y pasillos han surgido personas comprometidas
con una paz verdadera para nuestro país.
Esta acción de campaña hace parte
de acciones similares llevadas a cabo en lugares como la sede política de Uribe
o la central de chuzadas del ejército. Ahora el lugar de la critica fue la
universidad. Nosotros y nosotras preguntamos ¿Cuándo será en la sede del
partido liberal? ¿Acaso este partido, el conservador, y las otras fachadas
metamórficas de los partidos tradicionales no han sido generadores de violencia
en nuestro país? ¿Parte de las raíces de esta guerra no están en la alianza
entre oligarcas liberales y conservadores desde el Frente Nacional contra
quienes han querido cambiar esta sociedad?
Por otro lado, ¿Si el objetivo
era grabar el video (pues a la hora que lo hicieron no había a quien mostrar la
actividad) por que no recogían sus banderitas? El costo de su campaña también
habrá que medirlo por la afectación a las y los trabajadores que tuvieron que
recoger lo que dejaron. La paz que pretende integrar a la campaña pasa por la
construcción de condiciones dignas para el trabajo de las mayorías de nuestro
país.
Por nuestra parte el día de hoy
en la universidad nos deja además de la ropa mojada elementos de crítica e
indignación. Instamos a solidarizarnos con las personas que son responsables de
mantener en pie las universidades, desafortunadamente no solo no reconocemos el
papel de estas valiosas personas en la Comunidad Educativa, sino que tampoco nos
pronunciamos respecto a la dignificación de su labor y de su condición de
human@s. Ojala este vergonzoso hecho nos cuestionemos sobre la labor de los
trabajadores y las trabajadoras, y caigamos en cuenta que mientras nosotr@s nos
levantamos a las 7 am, cientos y hombres y mujeres llevan dos horas alistando
las aulas y los edificios para el desarrollo de la academia. Sin ellos y ellas
sencillamente no hay universidad.
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