La Revolución de “ROJAVA”, una alternativa democrática en Medio Oriente
Por estos tiempos se ha escuchado en los medios hegemónicos
hablar sobre los conflictos existentes hoy día en medio oriente, la reciente
crisis en Palestina sometida a los bombardeos indiscriminados de Israel, la
Guerra Civil en Siria y el incremento de la violencia por parte de un grupo
fundamentalista islámico autoproclamado “Estado Islámico” EI o ISIS.
Lastimosamente, como es de esperarse, los medios
masivos hegemónicos, tocan dichos temas de manera superficial, amarillista e
incompleta, porque tocar el fondo de dichos problemas, la causa y motivo de los
mismos, es tocar el fondo de la lógica imperante de nuestra sociedad: la
economía capitalista y los intereses de los máximos fomentadores de esta
ideología de culto a la muerte, que tantas guerras ha desatado y tanta sangre
ha derramado a cambio de priorizar el capital y la mercancía sobre la vida.
La situación que hoy viven los pueblos del Medio
Oriente es una situación que no es ajena a la responsabilidad de las potencias
en el mundo, tampoco es una situación que pueda entenderse con algunas pocas
palabras. Es el resultado de milenarias guerras por el dominio de tierras y que
han sido continuadas por las potencias luego de las dos guerras mundiales.
Contextualización
Al finalizar la primera guerra mundial, al imperio
turco-otomano le fueron arrebatados la mayoría de sus tierras por las potencias
vencedoras. Francia y Reino Unido empezaron a tomar cada territorio
dividiéndolo como un pastel de celebración. De la región que hoy conocemos como
Siria los ingleses expulsaron a los turcos y al tener Francia grandes intereses
por estas tierras se las cedieron a ellos; por otro lado, la región de lo que
hoy es Iraq quedó bajo dominio inglés al igual que Jordania y Palestina (para
esa época Egipto también estaba bajo el control inglés). Algo que se omite
dentro de todo esto es que en el medio de todas estas regiones también existían
otros pueblos con costumbres, creencias e identidades propias. Uno de estos
casos es el del Pueblo Kurdo, que había sido ignorado dentro de sus demandas
para obtener la soberanía de una nación para ellas/os.
El Tratado de Sevrè, que fue firmado inmediatamente
terminada la primera guerra mundial entre las potencias vencedoras y el Imperio
Turco-Otomano, establecía la creación del Estado de Kurdistán; no obstante,
nunca entró en vigencia y a cambio distribuyeron el territorio de Kurdistán
entre Turquía, Iraq, Siria e Irán y dejando a este pueblo sometido a cada uno de
los diferentes gobiernos, en un inicio francés, británico y turco, y
posteriormente turco, sirio, iraquí e iraní.
Así, en la segunda mitad de la década de los 40s, en
medio de la opresión a la que fueron sometidos sus miembros, el Pueblo Kurdo
solicita a la ONU la independencia de su territorio, sin obtener resultados
favorables. Más adelante, a comienzos de la década de los 60s, empiezan las revueltas kurdas en Iraq
logrando para 1970 el dominio de una región autónoma al norte de dicho país, se
desencadena entonces un enfrentamiento con las fuerzas militares iraquíes y el
desenvolvimiento de una insurrección kurda. Por otro lado a finales de los 70s
en el sureste de Turquía se funda el Partido de los Trabajadores de Kurdistán
PKK, quienes se sublevarían de igual forma en contra del gobierno turco ya que
como minorías en ese país les son privados varios de los derechos sociales en
comparación a otras regiones de Turquía. Las guerrillas kurdas en estos dos
países han trabajado de la mano desde su conformación y su ideal político ha
sido la proclamación de un estado en el que exista la igualdad democrática y
social entre todos sus pobladores, algo de lo que han sido privados durante
toda su historia por los diferentes regímenes monárquicos, coloniales y
autoritarios por los que han pasado en diferentes momentos.
A comienzos de 2011 empezó la sublevación social que
hoy tiene a Siria sumida en una guerra civil, por un lado, los países
occidentales junto a Estados Unidos en medio de su promoción y marketing de la
mal denominada “Primavera Árabe” (pues de primavera no ha tenido más que el
nombre ya que en resultados concretos no se ha visto más que sangre y el paso
de dirigentes dictatoriales y autoritarios a cúpulas militares y democracias
oligárquicas que en nada han cambiado las condiciones sociales de sus pobladores),
han financiado y apoyado a la sublevación social islámica a través del Ejército
de Liberación Sirio y a diferentes organizaciones armadas que buscan derrocar
al gobierno. Por otro lado, en este conflicto, se encuentra el represivo
gobierno que con el fomento económico y también pro-guerrerista de Rusia y
China sigue buscando mantenerse en el poder de dicha nación.
En contra de esas dos posturas imperialistas, a
mediados de 2012 la región a la que en Kurdistán le han llamado el “Rojava”,
que en su lengua significa occidente y que políticamente podría entenderse como
el Kurdistán Sirio, decidió crear las Unidades de Protección Popular como
guerrillas de protección para su pueblo, que en apoyo del PKK y los kurdos
iraquíes han logrado armarse y defender las regiones de Afrîn, Kobanî y Cizîre
al norte y noreste de Siria.
Por otro lado, en la región siria el Estado Islámico
se levanta en contra de los intereses estadounidenses (muchos de sus líderes
son ex-prisioneros de Estados Unidos que fueron torturados en Guantánamo y
otras regiones del mundo donde los norteamericanos tienen bases militares y están
llenos de odio hacia esa nación), occidentales y todos aquellos que no estén
dispuestos a seguir la doctrina del islamismo suní que ellos profesan (según su
interpretación, pues hay suníes que no están con ellos así como otras
interpretaciones del islam) y rápidamente están creciendo en búsqueda de
obtener el control total de Siria e Iraq en un principio como la base de su
repliegue continental.
El Manifiesto de la Revolución de Rojava
El 6 de enero de 2014, en la ciudad de Amudê se
escribió el Acuerdo Social para Rojava, un escrito de lo que será el principio
y la alternativa para la liberación siria y las regiones que se sientan
representadas con el mismo. Entre sus demandas por la creación de una nueva
estructura política se encuentra:
“La administración autónoma y
democrática no es parte de una futura organización centralista de Siria y su
modelo actual. Un sistema federal es el más apropiado modelo político para
Siria, y la relación entre los Gobiernos Autónomos y el Gobierno Central Sirio será
el fundamento de su estructura”.
De igual forma, retiran el pensamiento del Estado
sobre la Sociedad y formulan que ellos al ser en este momento unas fuerzas de
seguridad se identifican de la siguiente forma:
“Nosotros nos entendemos como las
fuerzas de seguridad para la autoprotección de la sociedad, no de ningún
estado”.
Este manifiesto ha sido principalmente el resultado
del movimiento kurdo y de otros grupos minoritarios que buscan iniciar en
medio-oriente un lugar donde se protejan los derechos de las personas incluso
en tiempos de guerra:
“Todas las personas tienen derecho a
acilo político, ninguna que lo haya solicitado, será deportada en contra de su
voluntad (…) la dignidad de las personas es inviolable y debe ser protegida.
Nadie podrá ser física o psicológicamente torturada/o. Quien cometa actos de
tortura será penalizada/o. Para los arrestos y detenciones habrá las
condiciones de vida humana. Las prisiones no serán lugar de castigo, a cambio
se crearán centros de educación y rehabilitación (…) El Acuerdo Social
garantizará los derechos sobre la vida política y prohíbe la pena de muerte”.
Además, una de las mujeres representantes del
consejo de justicia kurdo aclaró:
“Nosotras/os hemos liberado a los
prisioneros que teníamos, no queremos juzgarlos sobre las razones de su
detención”.
Miles de refugiados sirios e iraquíes llegan día a
día a las zonas del Kurdistán, donde sin importar que los recursos sean
escasos, se les brinda apoyos y suministros en todas sus necesidades.
Aproximadamente la población afectada en esta zona sumando los refugiados son
de 3,4 millones. “Rojava” es una economía agrícola, el trigo cumple un papel
fundamental en ella, además, se produce algodón para el mercado sirio así como
los cereales aunque allá no son molidos; también el 60% del petróleo sirio proviene
de esa región aunque allá no es refinado.
Lo que dicen los kurdos sobre su economía es: “Nosotros queremos el desarrollo de una
economía social y comunitaria, esta debe ser realizada con cooperativas
construidas por todas/os”.
Finalmente en la apertura de la tercera conferencia
de la juventud de mujeres del Canton Cizîre, una frase del movimiento fue: “El sistema de opresión de la mujer, que es
el mismo que ha puesto la modernidad capitalista, es la base de todas las
opresiones”.
Para todas las instituciones auto-gestionadas existe
una proporción de género de aproximadamente el 40%. Concretamente, en todas las
líneas de fuerza por lo menos la mitad están constituidas por milicianas
mujeres, lo que más allá de las proporciones, y entre otras cosas, ha implicado
que a la Revolución Kurda se le reconozca también como la “Revolución de las
Mujeres”.
La estrategia de “Rojava” es netamente
anticapitalista, está en contra del intervencionismo occidental y es de alto
impacto social y político en medio-oriente, razón por la cual está en la mira
de Turquía y la OTAN.
Situación Actual
En este momento, el EI o ISIS se muestra como una
organización de carácter fascista debido a su comportamiento, sus acciones
bélicas y el uso desproporcionado de la violencia contra todo aquél que no se
someta a sus demandas. Ha avanzado en Siria hasta la ciudad de Kobanî donde
están atacando fuertemente al pueblo kurdo quienes se encuentran aislados y sin
apoyo de ningún país. Por su parte, el gobierno de Turquía inicialmente cerró
las fronteras impidiendo el paso de los kurdos turcos a siria, situación que se
ha transformado. No obstante, su accionar se ha desarrollado siguiendo la misma
línea de la Unión Europea y Estados Unidos quienes no han prestado apoyo de
ningún tipo por considerarlos como “terroristas”, pues a pesar de no haber
cometido actos de terrorismo los tienen en su lista negra por petición de
Turquía, y se prevé que así como lo han estado haciendo durante todo este
tiempo y sin nunca mirar las consecuencias de sus actos, occidente terminará
apoyando al EI con el fin de acabar con los pueblos kurdos; no obstante, con
seguridad seguirán atacando al EI desde otros frentes, una muestra más de la irracionalidad
de las acciones hegemónicas de occidente.
En vista de esta situación “Rojava” hace un llamado
internacional al apoyo y desarrollo político de movimientos para la liberación
del pueblo kurdo, tan importante como la izquierda mundial hizo en los años 30s
en solidaridad con las luchas izquierdistas en España contra el fascismo.
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