EL 10 De Diciembre se celebra el día internacional de
los derechos humanos, es decir los derechos inherentes sin distinción
alguna de nacionalidad, sexo, origen nacional o étnico, color, religión,
lengua, o cualquier otra condición. Todos tenemos los mismos derechos humanos,
sin discriminación alguna. Este día es importante en tanto nos da una
oportunidad valiosa de abogar por que todos los individuos los disfruten y en
un país como Colombia la importancia es aun mayor ya que también nos permite
denunciar la gravísima problemática y trae a tela de juicio un tema esencial en
tiempos donde abundan los que hablan de ‘’paz’’, pero donde aun reina la
violencia total y aumenta cuantiosamente las violaciones a la vida.
Y es que en nuestro país, por la condición de
conflicto social y armado es indispensable hablar de Derechos Humanos. Este
tema es muy poco tocado y por eso es nuestro deber alzar nuestra voz en su
defensa y denunciar la catástrofe humanitaria a la que nos han obligado a
sumergirnos los que impunes aun siguen disfrutando los privilegios de la
libertad que tanto han acabado que tanto han negado y que tanto han destruido.
En Colombia la Crisis de derechos humanos es algo cotidiano y se alimenta de
las continuas desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales
desplazamientos forzados, torturas etc. la mayor parte de ellas causadas por el
aparato estatal y su complicidad con el paramilitarismo que no es un secreto, esto
también sumado a la falta de garantías y protección de los sistemas judiciales
lo que implicaría casi que un marco sistemático de impunidad para los genocidas
responsables de estas violaciones. Lo más paradójico del asunto compañeros es
que estamos hablando de un régimen civil que se enorgullece de ser una de las
democracias más antiguas y estables del continente, pero que con lo
anteriormente dicho además de lo que notamos todos y todas en la
realidad de nuestro país evidencia lo que podríamos llamar es un sistema
político al servicio de las oligarquías de la sociedad y de los intereses
económicos internacionales, utilizando las formas democráticas para
verdaderamente funcionar de otra manera, y que desemboca en una lucha
implacable contra los movimientos sociales populares y las organizaciones de
defensa de derechos humanos, muestra de ello los recientes asesinatos a lideres
sindicales y campesinos en el marco del plan de restitución de tierras por
ejércitos ‘’anti restitución’’(paramilitares) y que no son si no las pruebas
actuales de lo que en Colombia es muy común.
No es coincidencia compañeros, la reciente reforma al
fuero militar que ya esta en la plenaria del senado la cual ha sido fuente de
gran polémica, donde a pesar de las excepciones que se le hace a distintos
delitos queda bajo jurisdicción militar varios delitos que representan
violaciones directas al derecho internacional humanitario tales como la
detención arbitraria y el trato inhumano, mutilaciones por mencionar algunos
ejemplos, que deberían estar en manos de la justicia ordinaria por el amplio
espectro que ha traído este hecho a la impunidad y que por eso mismo ha sido
objeto de amplios llamados de atención por organismos internacionales. Esto no
sorprende a fín de cuentas es una muestra más de que en este país la impunidad
esta a la orden del día, y esta también a la venta.
El propósito de estas reflexiones y de nuestra
denuncia es el de señalar responsables y llamar la atención sobre esta
problemática en un país donde se impide la persecución del delito y el castigo
del verdugo donde también se ven comprometidos los medios de comunicación de
masas privados al servicio del lucro manejadas por la elites que controlan
estos por esos lucros que encubren no solamente estos crímenes de lesa
humanidad que cometen los entes estatales y paraestatales en asociación también
con las multinacionales (denunciados en varios tribunales internacionales donde
se evidencia la participación tanto en financiación como en contratación de
grupos paramilitares por parte de algunas transnacionales) sino que también con
una pantalla de ilusiones excluyen al grueso de la población de una opinión
crítica y receptiva.
Hoy por hoy en nuestra Colombia en la actual coyuntura
de ‘’diálogos de paz’’ se nos presentan a nosotros como sociedad civil el
concientizarnos y el preguntarnos, está en verdadera disposición de paz un
estado terrorista que no ha admitido su total responsabilidad en el permitir la
masacre de su propio pueblo? Admitiremos nosotros ese pueblo una paz que sea
aun más violenta que la guerra sabiendo que los métodos de paz son totalmente
asesinos? O nos indignaremos por fin y levantaremos nuestras voces contra lo
inaceptable. Es inadmisible que este estado siga presentado como escusa de que
estas violaciones a los derechos humanos son efectos secundarios del conflicto
armado cuando es tan evidente el beneficio político y hasta económico que
implica para este. En Colombia en los últimos 10 años se han asesinado cerca de
30.000 personas por razones políticas ,cerca de un millón de personas han sido
obligadas a salir de sus tierras, aproximadamente 2500 personas han sido
desaparecidas o detenidas arbitrariamente y otras miles han sido torturadas;
estas que tal vez son solo cifras mínimas demuestran el terror y la impunidad
de un país que sigue sin indignarse ,estas cifras y las que no sabemos son la
realidad de este país que hoy celebra el día internacional de los derechos
humanos en silencio y desapercibidamente.
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