16 de septiembre de 2014

38 AÑOS DESPUÉS Y LOS LAPICES SIGUEN ESCRIBIENDO.





Durante los años 80’s a los latinoamericanos nos empezaron a hablar de dos palabras que distan mucho entre sí, democracia y dictadura. Pero de estas la que más problemas trajo para países como Argentina fue la de Dictadura y esta ordenada bajo un mando Militar. El inicio de la Dictadura Militar por parte del teniente crl. Jorge Rafael Videla, con lo que llamaron “Proceso de Re-Organización Nacional”, trajo consigo un sinfín de problemas socio-culturales y políticos, en donde el común denominador de este proceso, y en general de las dictaduras, fue la Impunidad.

Uno de los muchos sucesos que recordamos los latinoamericanos de esta etapa, fue el que se conoció por el nombre de “La Noche de los Lápices”. Hoy se conmemora en todo Latinoamérica un nuevo aniversario de "La noche de los lápices", una serie de secuestros y desapariciones generalizadas en el país, que llego a afectar hasta a los estudiantes de secundaria y de ahí su nombre. Fueron un total de diez estudiantes de secundaria secuestrados, ocurridos durante la misma noche del 16 de septiembre de 1976 actos que continuaron luego en la ciudad de La Plata, los estudiantes fueron secuestrados por las fuerzas de seguridad de la dictadura, tras participar en una campaña por el boleto estudiantil, campaña que estos 10 valientes lideraban por una educación más justa, y quienes tenían entre 14 y 17 años. 

El operativo fue realizado por el Batallón 601 del Servicio de Inteligencia del Ejército y la Policía de la Provincia de Buenos Aires, dirigida en ese entonces por el general Ramón Camps, que calificó al suceso como lucha contra "el accionar subversivo en las escuelas". 

Los estudiantes asesinados durante ese operativo fueron: Daniel Alberto Racero, María Claudia Falcone, María Clara Ciocchini, Francisco “Panchito” López Muntaner, Claudio De Acha y Horacio Ungaro. Quienes recordamos hoy tras 38 años de su desaparición.

A pesar de esto, cuatro de los estudiantes secuestrados sobrevivieron a las posteriores torturas y maltratos por la dictadura, y quienes permitieron conocer esta desafortunada historia, fueron: Gustavo Calotti, Pablo Díaz, Patricia Miranda y Emilce Moler. La mayoría de ellos pertenecía a la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) de La Plata, agrupación secundarista y comprometida en la lucha contra la dictadura. 

Los jóvenes que aún permanecen desaparecidos desde aquel día que hoy se rememora con el Día de los Derechos del Estudiante Secundario en Argentina, son:


CLAUDIO DE ACHA


Era tímido y gran lector. Se crió en un hogar de trabajadores con ideas de izquierda y con la llegada del camporismo se incorporó a la vida política: participó de la toma del Colegio Nacional de La Plata y se sumó a la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) después de la muerte de Juan Domingo Perón, el 1 de julio de 1974. Tenía 17 años cuando lo secuestraron. 


MARIA CLAUDIA CIOCCHINI


Tenía una formación católica de dónde había tomado el servicio por el otro: fue alumna de colegios católicos y scout en una parroquia de barrio. Su militancia comenzó en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) de Bahía Blanca. A fines de 1975 se mudó a La Plata e ingresó en el Bachillerato de Bellas Artes, donde conoció a María Claudia Falcone. Era oficial de Montoneros y tenía 18 años cuando la secuestraron. 

MARIA CLAUDIA FALCONE


Provenía de una familia politizada y peronista. Era hija del ex intendente de La Plata Ademar Falcone. Casi al mismo tiempo que empezó a estudiar en el Bachillerato de Bellas Artes empezó a militar en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES). Dio apoyo escolar e hizo asistencia sanitaria en barrios pobres en La Plata y participó de los reclamos por el boleto estudiantil. Tenía 16 años cuando la secuestraron. 


Francisco López Muntaner 


Militaba en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) en el Bachillerato de Bellas Artes y dio apoyo escolar junto a María Claudia Falcone. El padre de “Panchito”, un trabajador petrolero, había caído preso durante el Plan Conintes (Conmoción Interna del Estado), que aplicó Arturo Frondizi para reprimir la protesta social. Tenía 16 años cuando lo secuestraron.


Daniel A. Racero 


"Encontré una trinchera para luchar por una causa justa", escribió cuando ingresó a la Unión de Estudiantes Secundarios (UES). Era estudiantes del Normal 3 de La Plata e hijo de un suboficial naval peronista. Lo secuestraron a los 18 años de la casa de Horacio Ungaro. 

Horacio Ungaro 


Provenía de una familia comunista pero en 1974 se sumó a la Unión de Estudiantes Secundariios (UES). Militaba en el Colegio Normal 3 y hacía tareas de apoyo escolar en los barrios pobres platenses. Tenía 17 años cuando fue secuestrado. 



¿SABEN? 

HOY MAS QUE NUNCA, LOS LAPICES SIGUEN ESCRIBIENDO.





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