Por un sin fin de bocas ha pasado
aquella afirmación que dice: “la política colombiana es una mierda”, que de
cierto o falso hay en esto depende de los ojos que manden su mirada sobre ésta. Muestra de ello es la jornada electoral que
acaba de vivir el país.
No seamos hipócritas compatriotas
que ese resultado, aunque no de esa manera, se veía venir. Ese es el costo de
un sin fin de factores ligados a la población colombiana como el hecho de que
la indiferencia, “técnica o comúnmente” llamado importaculismo se volvió parte
de la cotidianidad de las mayorías (aproximadamente 64% de abstencionismo), y
es ahí donde evoco el hecho que tanto la madurez como la juventud no está en
los años.
Se me viene a la mente dos
personajes que ven en los jóvenes el futuro de un país; Ernesto “el Ché”
Guevara y Jaime Garzón, el primero afirmaba que “La arcilla fundamental de
nuestra obra es la juventud, pues en
ella depositamos nuestra esperanza y la preparamos para tomar de nuestras manos
la bandera” mientras que el segundo decía que “si ustedes los jóvenes no asumen
la dirección de su propio país, nadie va a venir a salvárselo!... nadie”. Seguramente cuando dijeron eso fueron muy
coyunturales y no vieron cómo años después en Colombia está juventud que
evocaron, en varios casos, no van más
allá de un simple renegar pues esta sociedad es tan particular que, probablemente,
si eres de una institución pública y hablas de cambios sociales y políticos
tendrás peculiares calificativos no muy “agradables” si no das con una persona
amplia de pensamiento y, con todo el respeto y con sus debidas excepciones, si
eres de una institución privada solo ven en ti un negocio a quien los problemas
de la sociedad son algo que no le
competen, y en muchas ocasiones estos personajes se dejan llevar por el qué
dirán, pues esa es la sociedad en la que vivimos olvidando que lo que privan es ese libre desarrollo de ese
ser político que de una u otra forma debemos tener.
Por otro lado, que desfachatez
aquellos románticos y hasta utópicos discursos que se ven en las redes sociales
de gente que dice seguir luchando por una Colombia diferente, hablan de
ignorancia, conciencia y dignidad con tanta propiedad. Que tus actos muestren
lo que tus palabras dicen. Lo acepto, no a todos les cae lo que les estoy
diciendo y a muchos ni les importará pero si hoy llego a uno de ustedes con eso
me basta.
¿A qué voy con todo esto? Se
preguntaran.
A que hay que ser conscientes que
el gran problema de este tipo de tragos amargos radica en la falta de
educación, de cultura y sentido de pertenencia basada en el egoísmo donde si
estoy bien yo el resto no importa. Nos dicen que somos un país sin memoria,
pues si, a cuantos de ustedes les han hablado, en un sentido académico, de
personajes que hoy por hoy aportarían a que esa cultura electoral sea más
objetiva, personajes como Bolívar, Agualongo, Galán, Gaitán, Torres, Pizarro,
Jaramillo, Bateman, entre otros que simplemente pasaron al olvido porque eso no
es… ¿Popular? ¿Productivo? ¿Interesante? ¿Aprovechar el tiempo? Nos dicen que
somos un país de mierda, sin embargo, más que serla, simplemente estamos
rodeados de ella o peor aún, dirigidos y controlados por ella pero no aplica el
generalizar.
Si usted es de esos que van a
votar por aquel personaje camuflado en un tipo con cara de perro déjeme decirle
que debemos sentarnos a hablar y le comento cómo y por qué me parece inaudito,
incluso estúpido que le de legitimidad al hecho de anhelar incrementar el
sueldo y prestaciones a las fuerzas militares y no tenga las mismas intensiones
con un sector tan menos preciado en este país como lo son los educadores, quien
año tras año ha visto como su profesión es mas subestimada y estigmatizada. Yo pregunto:
quien forma más, un fusil en manos de “un héroe o un villano” o un marcador y
un tablero en manos de un docente. ¿El futuro de un país está en las armas o en
un salón de clases?
JOVENES, SOMOS MÁS QUE UN
LAPICERO Y UNA PIEDRA, SOMOS VIDA, INGENIO, FUTURO PERO ANTE TODO REVOLUCIÓN y
esa revolución simplemente la evoco en buscar un cambio y ya lo dijo Jaime, si
no somos nosotros, quien. Es necesario ir más allá de la pantalla y el teclado
de un computador. Basta con que tengas el carácter de justificar, defender,
expresar y compartir tu pensamiento y el transmitir el hecho de que las cosas
no cambian porque seguimos en la misma tónica año tras año.
Recuerden, muchos de aquellos
románticos y utópicos pensadores revolucionarios defendieron hasta con su vida
ese pensamiento, las cosas cambian y el tiempo pasa, tenemos la palabra, (junto
con la bomba atómica) el arma más fuerte para vencer aquella apatía e
ignorancia que lleva a ver las cosas igual que hace un buen par de años.
Jóvenes: Nuestra generación no
puede pasar a la historia como otra más que reaccionó en un momento en que no estuvo satisfecha y
que al recibir un mendrugo de las estructuras, como un perro, dejamos de ladrar
y nos acostamos tranquilos. Es necesario ser conscientes que la crisis más
importante en nuestro país es la crisis del elemento humano y que es de ahí
donde se debe partir para tener un cambio social palpable.
Andrés Cerón.
Un ciudadano mas…
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