4 de mayo de 2014

UNAL Bogotá: a propósito de la situación de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia y lo sucedido en la última sesión del Consejo de Sede.





Carta abierta a la comunidad universitaria. 4 de mayo de 2014

Estimados miembros de la comunidad universitaria. La pasada sesión del Consejo de Sede Bogotá de la Universidad, realizada el viernes 2 de mayo, ha sido escenario de graves situaciones que cuestionan el actual funcionamiento normativo, administrativo y académico de la Universidad. Es así, que se presenta la sorpresiva renuncia de la profesora Claudia Jiménez a la decanatura de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia. En carta enviada al Consejo de Sede, la profesora Jiménez denuncia un maltrato sistemático de parte de las directivas nacionales y de sede con su facultad, que no sólo atraviesa por una grave crisis presupuestal y de infraestructura, sino que, además, está siendo golpeada académicamente. El Consejo Académico acaba de transferir el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos ICTA a la Facultad de Ciencias Agrarias, pasándose por encima de los argumentos en contra que la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia presenta. Este hecho se suma a las trabas sistemáticas que se le han puesto a esta facultad para emprender procesos de investigación, la deplorable situación del Centro Agropecuario Marengo y la intención explícita de la Vicerrectoría de Sede de expulsar a esta facultad del campus, reemplazando los lugares que tienen para la estancia de los animales por un nuevo edificio para la Facultad de Ciencias. 

Adicionalmente, la profesora Jiménez manifiesta su descontento con la directriz  permanente de las directivas de la Universidad de tomar decisiones sin consultar a la comunidad afectada ni considerar los efectos negativos de las decisiones tomadas. Sumado a esto, la profesora plantea que parece haber facultades más importantes que otras, siendo que su facultad ha sido relegada frente a otras como Ingeniería y Ciencias en temas tan diversos como construcción de nuevos edificios y programas de bienestar. La respuesta de la comunidad universitaria de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia no se hizo esperar. Ante los atropellos de los que han sido objeto, realizan una  portentosa y masiva movilización el día 2 de mayo hacia las instalaciones de la Hemeroteca  Nacional, donde sesionaba el Consejo de Sede. Ante a dicha situación, el Vicerrector de Sede Diego Hernández Lozada decide unilateralmente dar por suspendida la sesión del Consejo de Sede hasta que la movilización que se aproximaba a la Hemeroteca Nacional se disolviera. De nada valieron las réplicas y el descontento de los otros consejeros frente a dicha decisión, ya que el profesor Hernández  procedió a retirarse de inmediato del recinto sin permitir la más mínima discusión al respecto. A pesar de la decisión del Vicerrector, la representación estudiantil y profesoral propone a los consejeros presentes que se le permita la entrada a una comisión de marchantes para que
expongan ante el Consejo de Sede la razón de su presencia allí y las exigencias que tienen  para el Consejo. Los consejeros presentes (representantes estudiantiles y profesorales, representante del sector productivo, decanos, etc.), escucharon atentamente, demostrando que la ausencia del Vicerrector no fue suficiente para evitar que una comunidad universitaria activa y deliberante se manifestara. 

Una vez culminada dicha intervención en el Consejo y emprendida la retirada de los marchantes, el Vicerrector pretende reanudar la sesión del Consejo de Sede, a lo que la representación estudiantil se opuso dadas las evidentes muestras de autoritarismo en el manejo del espacio. Considero que estas situaciones evidencian el desgaste de los mecanismos y espacios para la toma de decisiones en la Universidad. La renuncia de la profesora Jiménez a la decanatura de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia es una muestra de la reducida capacidad de incidencia que tienen dichos cargos directivos en el destino académico y administrativo de la Universidad, al punto que, en su carta, la profesora lamenta que la figura de decanatura se encuentre imposibilitada para cumplir las funciones que le corresponden. En contraste, se hace cada vez más evidente el excesivo poder que el Estatuto General de la Universidad le otorga a figuras como la de Vicerrector de Sede, posibilitada para sobreponerse al Consejo de Sede y obviar las opiniones de otros miembros del mismo. No sobra decir, adicionalmente, que el Vicerrector no es elegido por mecanismos democráticos, sino que es designado por el Rector quien a su vez es designado por el Consejo Superior Universitario, en el que la mayoría de sus miembros son a su vez designados directa o indirectamente por el Gobierno Nacional. 

Ante dicha situación, la comunidad universitaria ha venido buscando caminos y mecanismos alternos de participación democrática que buscan superar los estrechos linderos de la democracia constituida en la Universidad, mecanismos y escenarios que tienen variados medios para expresarse, como es el caso de la movilización que llegó ante el Consejo de Sede. No es extraño, entonces, el pánico que dichos mecanismos alternos de  participación democrática imprimen a los directivos de la Universidad, que saben  perfectamente que la democracia en la Universidad no existe y que es precisamente ese hecho el que les permite ocupar el lugar que ocupan. En consecuencia, considero fundamental que como comunidad universitaria, con el espíritu deliberante propio del ejercicio académico, emprendamos la construcción de nuevos escenarios y mecanismos para la toma de decisiones en nuestra Universidad. Es el momento de emprender la construcción real de democracia universitaria. Si el Vicerrector de Sede no quiere asumir que otras formas de democracia son posibles en la Universidad y que, de hecho, sus gérmenes ya empiezan a aparecer, entonces tenemos que presionar cada vez con más fuerza y contundencia los estrechos límites de la democracia constituida en la Universidad.

La construcción de un Congreso Universitario democrático, participativo y deliberante, en el que la comunidad universitaria tome las riendas de la Universidad Nacional, se analice la situación actual de nuestra institución y se planteen propuestas de cara a la solución de su crítica situación, se torna en necesidad actual. Invito a la comunidad universitaria a que convoquemos una masiva movilización hacia la Hemeroteca Nacional para la próxima sesión del Consejo de Sede exigiendo, no sólo la solución inmediata de la crítica situación de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, sino, adicionalmente, exigiendo que se termine el autoritarismo en la Universidad y rechazando la actitud del Vicerrector de Sede Diego Hernández frente a las  problemáticas de la misma. Universitariamente,

Oscar Mauricio Aponte Moreno
Representante Estudiantil ante el Consejo de Sede Bogotá
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 Universidad Nacional de Colombia






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