Hace algunos días Santos afirmaba que nuestro país iba a ser el centro del mundo, que todos los países del mundo tendrían sus ojos puestos en el país del sagrado corazón y que esto se debe a que Colombia es la sede del mundial de fútbol sub 20, sin embargo debemos analizar más a fondo si esto es verdad, porque seamos sinceros un mundial de menores no lo ve todo el mundo, el país no está lleno de turistas y la plata invertida no se va a recuperar.
Podríamos decir que este mundial tiene varios objetivos, el primero y para el gobierno el más importante es mejorar la imagen del país en el exterior, para esto se ha hecho un gran despliegue de policía tanto uniformada como encubierta, se han gastado millones de pesos en cámaras y aparatos electrónicos que ayuden a identificar peligros, además se prohibió transmitir hechos de violencia como enfrentamientos con las guerrillas, masacres paramilitares o errores militares. También se decidió enviar a los habitantes de la calle y a los perros callejeros a ciudades donde no molesten, claro está que el asesinato también ayudó a que las calles quedaran impecables.
El segundo objetivo es el de generar empleo y generar una gran entrada de divisas. Si nos quedamos en los términos uribistas, trabajo si hay, en la mayoría de esquinas hay personas vendiendo banderas, camisetas y cornetas y seguramente las mafias que controlan la reventa de boletas tendrán una muy feliz navidad, en cuanto a la entrada de divisas, podemos ver que el país no está lleno de extranjeros, el dinero por cuenta de imágenes y derechos de televisión se lo lleva la FIFA y los reporteros no es que gasten millones.
Por último, pero no menos importante encontramos que el ultimo objetivo del mundial es desviar la atención de los colombianos de los asuntos que los afectan; tan pronto empezó el mundial se nos olvidó que está en proceso la reforma a la ley 30 y que de ser aprobada la educación pública estaría sentenciada, se nos borró de la memoria que Santos convirtió en un campo de guerra las universidades y que multinacionales como Pacific Rubiales vienen y se lucran, sin siquiera garantizar un nivel de vida mínimo a sus trabajadores.
Que este mundial no se convierta en una excusa para no movilizarnos, ni pensar en un país mejor, hagamos que la desinformación y el desinterés desaparezcan para que así los espectáculos deportivos y culturales no se conviertan en un arma del capitalismo y de los explotadores
No hay comentarios:
Publicar un comentario