El 9 de noviembre el
ambiente en las universidades era de preparación y agitación para
la gran jornada de movilización “Toma de Bogotá” planeada por
la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE). Dicho ambiente, era
acompañado de una noticia que causaba conmosión, el partido de la U
le había solicitado al presidente Juan Manuel Santos el retiro de la
propuesta de nueva ley de educación. En horas de la mañana, varios
representantes de la unidad nacional reiteraron dicho llamado.
Y como era de suponerse
por los llamados realizados en la mañana, al medio día el
mandatario colombiano informó que si los estudiantes levantaban el
paro, existía la posibilidad de retirar la reforma a la ley 30.
Dicho anuncio fue tomado con sorpresa pero con gran espectativa por
parte del movimiento estudiantil, pues se es consciente que esta
decisión no es producto de la bondad de un régimen neoliberal, sino
que corresponde a un conjunto de elementos que dieron paso a la
misma, entre ellos se destaca la gran presión política que tenía
el gobierno santista por parte de los estudiantes, y además, una
presión que se iba propagando hacia diferentes sectores, como es el
de los obreros de Campo Rubiales quienes ingresaron en paro el día
de hoy; además, ya se mencionaba la incursión del sector
magisterial en estas manifestaciones.
Pero a pesar de dicho
anuncio, los voceros de la MANE realizaron varias aclaraciones, entre
ellas el compromiso y la necesidad por construir una nueva ley de
educación superior democrática, alternativa, con gratuidad y al
servicio de la inmensa mayoría; mencionaron la necesidad de tener
garantía en este proceso de construcción de ley, y que hasta que
eso no se de, no se pensará en levantar el paro estudiantil que ya
lleva un mes.
Por otra parte, los
voceros de la MANE reiteraron que las definiciones sobre el paro
nacional universitario se darán desde la plenaria de la MANE, la
cual se desarrollará de manera extraordinaria este fin de semana. En
este espacio, lo estudiantes nuevamente significarán las formas de
lucha que se han venido dando desde el movimiento estudiantil, y las
tareas que se devienen después de este anuncio presidencial.
Sin embargo, este anuncio
de “bondad” no se puede ver como tal. En primera instancia,
porque se realiza una distinción entre los manifestantes y los
estudiantes, según Santos “si los manifestantes dejan que los
estudiantes vuelvan a sus clases, entonces nosotros retiramos el
proyecto e iniciamos el diálogo, para volverlo a presentar el año
entrante, toda vez que ni siquiera se ha iniciado el debate en el
Congreso"; para el gobierno los manifestantes son los que
promueven el paro, el cese de actividades, la “vagancia” y los
estudiantes son los jovenes comprometidos con la educación que
siempre han estado a favor de la normalidad académica. Desde esta
distinción, es claro ver como el gobierno busca deslegitimar la
lucha que han llevado los estudiantes, profesores y trabajadores con
este cese de actividades académicas, que ha permitido avanzar en la
discusión y proyección académica para una nueva ley alternativa.
Porque la sociedad es consciente que este paro ha sido realizado,
mantenido y promovido por toda la comunidad académica, y responde a
las necesidades de la misma por la construcción de una ley educativa
alternativa.
Un claro ejemplo de este
discurso para deslegitimar el paro universitario fue la declaración
dada por el ministro Vargas Lleras, quien dijo que el gobierno en “un
acto de desprendimiento y de generosidad les propuso a los líderes
estudiantiles que permitan el regreso a clases de sus
compañeros y así el Gobierno retira la reforma”. Esto no puede
ser catalogado como un acto de generosidad cuando se niega la
posibilidad de concebir la educación como un derecho, cuando miles
de jóvenes no pueden ingresar a la educación superior; no es
posible hablar de generosidad cuando el ICETEX cobre tasas del 4% y
12%.
Además, esto no es
generosidad, ni siquiera se puede tomar como un acto de “buena fe”,
simplemente es un anuncio en medio de una presión política. Ni
siquiera se puede hablar de generosidad plantear una ley de educación
superior que este al servicio del pueblo, con posibilidades de
financiación estatal, una calidad que no se acomode a las
necesidades de la producción internacional, con libertad de cátedra
y demás, porque esto se debe considerar un deber del Estado.
Finalmente es necesario
mencionar con preocupación el comentario que el mandatario
colombiano hizo según el senado Plinio Olano del partido de la U:
“Si el paro no se levanta, se tomaría la decisión de pisar el
acelerador de la reforma y enviar inmediatamente mensaje de urgencia
al congreso para que la reforma salga este mismo año”. En ese
sentido, es necesario recordar que las formas de lucha que permiten
la consecusión de objetivos políticos y económicos debe ser la
movilización constante y permanente en las calles, que permita parar
el flujo diario de capital, para que el gobierno entienda que el
pueblo es quien debe decidir su propio futuro, y que no esta
dispuesto a dejarlo a la suerte.
Los estudiantes
reafirmaron realizar la gran toma de Bogotá planeada para el día de
mañana, la cual se espera que sea una de las manifestaciones más
grandes que ha visto Bogotá en los últimos años. Dicha toma
contará con la participación de varios sectores, como FECODE y con
estudiantes y profesores de las regiones.
EL REBELDE MEDIOS
ALTERNATIVOS
No hay comentarios:
Publicar un comentario