13 de agosto de 2013

No es sólo Santos, es el modelo económico




A 3 años de gobierno y a tan sólo uno de terminar su mandato presidencial, Juan Manuel Santos se ha visto asediado por críticas provenientes tanto de sectores de izquierda como de su anterior padrino político, el uribismo. Es claro que el país no anda bien, pero ¿será que lo está por los tres años del gobierno Santos?
Las políticas de Santos son  la continuación de un proyecto de inserción en la economía mundial determinado por la división internacional del trabajo (Colombia como productor de materias primas y bienes con bajo valor agregado) cuyos pilares son, la protección a la inversión extranjera directa y el extractivismo.
Tomando en cuenta lo anterior y viendo la actual crisis internacional,  podemos entender porque las cifras del gobierno Santos no son alentadoras, pero sobretodo podemos ver  las trabas que pone el actual modelo económico al desarrollo real del país.
Sin embargo Santos no rompe con dicho modelo simplemente lo adapta según sus intereses. El abandono del campo, la política de guerra, la  dependencia a la inversión extranjera directa y los tratados de libre comercio son proyectos a los que Santos les ha dado continuidad, no obstante la forma en cómo lo ha hecho, no le ha caído bien a gran parte de la oligarquía, como ejemplo tenemos a Uribe quien  mandó  89 tweets criticando los 3 años de gobierno de Santos. 

El abandono del campo
El campo colombiano ha sido históricamente olvidado, sin embargo ¿por qué vemos una situación convulsionada hoy en día? El caso de las movilizaciones campesinas en el  Catatumbo  en contra de la erradicación de la coca, nos muestra que el Estado no hace una presencia efectiva en el territorio nacional y que la forma en que llega a las zonas es mediante el poder militar.
En el caso de los cafeteros y el  producto insignia colombiano, vemos cómo la competencia extranjera y los acuerdos comerciales a favor de los grandes empresarios y en contra de los pequeños productores, han ocasionado una movilización sin precedentes en busca de un precio justo, a lo cual el gobierno no ha dado solución por su política de no subsidiar a la producción pero si garantizar la inversión.
En esta situación también se encuentran los arroceros, los cacaoteros, los paperos entre otros, además dado que durante años se ha pensado más en el comercio exterior que en el interno, encontramos grandes problemas de seguridad alimentaria y un nuevo actor que entra a paro; los transportadores, quienes al tener altos costos por el pésimo estado de las vías, los altos peajes y el bajo pago, también amenazan con ir a paro.

La política de guerra
Tras casi medio siglo de conflicto los distintos gobiernos han llevado una política de guerra basándose en distintos factores, Santos heredó de Uribe una política guerrerista en la cual se defiende la gran inversión, incluso por encima de la población, con este eje central Santos le da un vuelco a la estrategia ya no buscando una victoria por el exterminio militar (como Uribe) sino buscando la victoria por la derrota política.
Al entablar los diálogos con las FARC-EP,  Santos se encuentra con una guerrilla que ha perdido su respaldo y que está altamente cuestionada, sin embargo debe enfrentarse a un monstruo que él mismo  ayudó a crear y son los grupos regionales con respaldo de las mafias y paramilitares que buscan no solo apropiarse de los presupuestos de la región, sino tomarse el poder central.
Los diálogos de paz en medio de las ofensivas militares se constituyen también en un espaldarazo a la IED pues quienes invirtieron en zona de conflicto se encuentran con el respaldo del gobierno para que sus ganancias se concreten  además en caso de una eventual paz sus inversiones tendrán un crecimiento inédito debido a la desaparición de la amenaza subversiva.
Según cifras del Banco Mundial la IED  para el año 2012 se encontraba  alrededor de los 15.243 millones de dólares casi 2500 millones más que el año anterior, manteniendo su tendencia creciente incluso a pesar de la crisis europea, debido en gran parte a las expectativas de paz.
Por otro lado INDUMIL ha aumentado su producción bélica llegando a hacer acuerdos comerciales con Brasil, Israel y Estados Unidos, se otorgó un fuero militar para poner al estamento militar de lado de Santos en síntesis el tema de la paz divide a los sectores de la oligarquía y es Santos quien debe decidir a qué sector plegarse al que se lucra con la guerra o al que se lucraría con la paz.

Los tratados de libre comercio
Tras un año de la puesta en marcha del TLC con Estados Unidos, los colombianos nos hemos dado cuenta que los cuentos del desarrollo basados en el libre comercio no eran tan buenos, la industria se ha contraído; mientras que en el 2011 el sector presentó un crecimiento del 7,9% en lo que va corrido del año no ha pasado del 3%; esto debido a la debilidad de la demanda externa y la fuerte competencia de las empresas internacionales.
Ahora bien a pesar de los malos resultados,  hace pocos días comenzó el TLC con la Unión Europea y se avecinan los TLC con Israel y Corea, Frente al TLC con la Unión europea vemos que a pesar de la crisis las empresas se encuentran en gran ventaja frente a las nacionales, dado que se aplicará el mismo concepto que con Estados Unidos Colombia a producir materias primas y bienes con bajo valor agregado y la UE nos enviará productos de alta tecnología y manufacturas y alimentos de alta gama.





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