Los indígenas paeces retienen a un grupo de 10 militares tras el intento de homicidio que perpetuo la Brigada Móvil N.8 del Ejercito Nacional en el Tolima contra dos miembros de la comunidad el día miércoles.
Los indígenas afirmaron que: “si ellos no se van, vamos a decidir por medio de la asamblea que los vamos a sacar”.
Mientras los indígenas se indignan y tejen la manera de expulsar la fuerza pública, los medios muestran que Germán Vargas Lleras premiará al departamento del Tolima con 2.660 cupos de viviendas “totalmente gratis”. ¿Por qué desean desplazar de manera tan abrupta la población pobre a 57 lotes? ¿En esos cálculos también se encontrará la población indígena?
Existe una atmósfera de inconformidad creciente entre las comunidades indígenas colombianas, comunidades que están cansadas de los abusos de la fuerza pública: constantes violaciones a los DDHH, asesinatos, masacres… La impunidad danza entorno a la bandera y el escudo nacional sin que los dueños del poder se inmuten mientras se limpian de las manos la sangre de miles de inocentes.
Pero no siempre ha sido así, ni lo será.
El ascenso de las luchas populares se perfila en el horizonte, sin que nadie ni nada las pueda detener, porque son una inundación de rabia, justicia y esperanza que cada vez contagia a más y más sectores.
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