La aplanadora mineroenergética se tomó Colombia, en su tour por los
bellos paisajes de nuestro país tomó rumbo de nuevo en la Guajira, esta vez para
que la empresa de “minería responsable” El Cerrejón pueda en el río Ranchería
explotar un depósito de carbón de alrededor de 500 millones de toneladas y para
esto, esta empresa pretende desviar el curso natural de río que normalmente es
de 27,5 kilómetros al mínimo valor de 4 Kilómetros. De ser realidad este
proyecto generaría pérdidas de más de 32
millones de metros cúbicos de agua al año, en una región donde la temperatura
máxima es de hasta 45°C, además de esto,
según estudios indican que al hacer el
desvío, aumentaría los sedimentos en la parte afectada del río lo que
alteraría el ecosistema acuático y la calidad de agua.
Hace pocos días el
ministro de Ambiente Frank Pearl explicó a los medios de comunicación que no se
puede referir al proyecto, debido a que no han presentado formalmente ningún
proyecto que pretenda desviar el río Ranchería, e indicó además que una de sus
funciones principales del ministerio es
velar por la protección de los ecosistemas y recursos hídricos, y pidió que al
realizar los estudios de este proyecto se tuviera en cuenta a las comunidades
aledañas al río, claro, al igual que tuvieron en cuenta la opinión de los
habitantes de Cajamarca, del Meta, del Huila y de demás regiones del país por
donde está pasando esta demoledora de recursos naturales.
El gobierno tira la piedra y
esconde la mano, mientras el ministro de Ambiente hace como si la cosa
no fuera con él, el presidente Santos hace poco anunció al mundo en la pasada
cumbre Rio+20 celebrada en Brasil, que se han creado en nuestro país las “Áreas
Estratégicas Mineras” justificandolas con el propósito de adelantar estudios
geológicos por un periodo de hasta 10 años, y que el Ministerio de Minas
considerará cuales proyectos son de importancia para desarrollarlos el país.
Mientras que el gobierno y las empresas hicieron estudios para explotar y exterminar el suelo
colombiano, un grupo de 150 expedicionarios conformados por sindicatos,
asociaciones de indígenas, entre otros, recorrieron el río Ranchería hasta su
desembocadura con el mar Caribe, en el trayecto, evaluaron el río y se llenaron
de verdaderos argumentos para rechazar la ejecución de este proyecto que muy
descaradamente se llama “Primavera”.
Los expedicionarios si dialogaron con la
comunidad que vive alrededor del río para indagar las consecuencias de la
ejecución del proyecto, contrariamente a lo que hizo el gobierno, y la
comunidad dice un rotundo NO a esta idea, así esta empresa les siga ofreciendo
empleos directos, los habitantes saben que estos daños son de una magnitud gigantesca
y ellos valoran la tierra. Estos sucesos no muestran más que el gobierno y los
grandes empresarios de estos proyectos van juntos de la mano montados en esta
aplanadora mineroenergética sin piedad alguna. ¿y cuál será su próxima parada?
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