En el 2011 la empresa de
seguridad VISE le costó a la universidad 534´060.902 millones de pesos por mes,
esta cifra aumentó en un 4% para el 2012, ahora bien, como se puede ver en la
imagen, la labor principal de la empresa es salvaguardar todos los bienes de la
universidad. Sin embargo han sido varias las denuncias sobre agresiones y
seguimientos a estudiantes; mientras que la venta de droga y robos
dentro del campus siguen en aumento.
EL TRABAJO DE VISE
En el tiempo que VISE
ha durado en la universidad se han dado varias denuncias por no cumplir con el
contrato, es el caso del programa BICIRUN en el cual la universidad invirtió
más de 600 millones para mejorar la movilidad en el campus con bicicletas
gratuitas y luego se demostró que varios
vigilantes ayudaban a robar las bicicletas.
Un caso más reciente es la prueba del seguimiento a
estudiantes por parte del grupo de vigilancia que se demostró a partir de las
minutas de los vigilantes, en las cuales se anotaban las actividades de los representantes estudiantiles.
El hecho anterior se suma al proceso disciplinario que se abrió contra un
vigilante por no entregar a la policía a un grupo de estudiantes que se
encontraban con el rostro cubierto.
SOBRE LAS CÁMARAS
Hace un año las directivas de la Universidad Nacional hicieron una millonaria inversión en cámaras de seguridad, sin embargo han aumentado el número de robos y cada día es más la cantidad de drogas que ingresa a la universidad, entonces ¿para qué son las cámaras?
Las cámaras forman un circuito cerrado que cuida la entrada a los edificios y las principales vías de acceso, sin embargo no hay ninguna cerca a los principales lugares donde las mafias de jibaros venden droga.
Acceder a las grabaciones de
seguridad para saber quien te robó la maleta, el celular o hasta el carro es
prácticamente imposible, ni siquiera la seguridad de la UN tiene acceso.
SOBRE LAS MAFIAS Y LA DROGA
SOBRE LAS MAFIAS Y LA DROGA
Es normal encontrar los viernes grupos de vigilantes esculcando maletas para decomisar drogas y trago en las entradas, pero es también normal encontrar dentro personas que venden dichos artículos bajo la mirada de los vigilantes, es decir la política es cómpralos adentro.
Poder controlar el mercado de
estupefacientes en la universidad ha sido uno de los objetivos de los grupos
paramilitares que operan en la ciudad, así se logra convertir a la universidad
en una olla y eliminar poco a poco los espacios de debate.
LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA
Los trabajadores, profesores y
estudiantes se han visto afectados por el micro tráfico dentro de la universidad,
los jibaros cada vez utilizan nuevos métodos para ganar mercado y espacios.
Convirtieron los campamentos estudiantiles, formas de construcción política que aprovechaban las noches para
debatir y convivir, en fiestas llenas de
excesos como el Aquelarre donde incluso se han presentado muertes por
sobredosis y violaciones; usan engaños como las llamadas pruebitas que buscan enganchar
nuevos consumidores.
Frente a esto la comunidad
estudiantil no se ha quedado callada se ha manifestado de diversas formas a
pesar del riesgo que se corre al enfrentarse a estas redes. El caso más
reciente es el del grupo de estudiantes encapuchados que interrumpieron el
concierto que se realizó el 24 de agosto en la Plaza Che para dar un mensaje a
los estudiantes; NO CONVERTIR EL CAMPUS EN UNA “OLLA”; apropiarse de nuevo de
los espacios de la universidad expulsando a jibaros y paramilitares de la
universidad pública.
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