El pasado 26 de agosto una de las refinerías mas importantes
en Venezuela explotó, muchos fueron los pronunciamientos de la oposición
utilizando esto como catapulta para deslegitimar al gobierno, pidiendo la
renuncia del ministro; muchos al ver la explosión fueron a llenar los carros de
gasolina (ante una posible escases) y temían por los riesgos económicos de
dichos desastres. Pero lo que mas nos preocupa es la muerte de las personas
presentes, el dolor de las familias, la indolencia de un sector que pareciese
que solo pensara en estadísticas para las próximas elecciones.
Las últimas cifras presentadas pasaban de los 30 muertos,
mas de 80 heridos, entre ellos la mayoría miembros de un ejercito que si lucha
realmente por la soberanía y defiende
los intereses nacionales; estos muertos, que recordamos en su labor de cuidar uno
de los pilares de la economía Venezolana, aunque no signifique para muchos oportunistas
nada más que un dato, significa para las familias, para el pueblo y el
gobierno venezolano un duelo difícil de sobrellevar, es por esto que el
presidente Chavez decretó 3 días de duelo nacional como acto simbólico para que
todo mundo recuerde que lo prioritario no son las perdidas económicas sino las
vidas perdidas por un hecho del que se desconoce su origen.
Propiamente el presidente dijo "El llamado es seguir adelante, a levantar el espíritu de batalla
para seguir viviendo y levantar la patria. Nosotros no tenemos que esconder
nada, estamos atendiendo a las víctimas y adelantando una investigación"
y en esos términos juega mucho la voluntad de disminuir lo mas que se
pueda la tragedia ocurrida en Amuay. Ante estos hechos es importante hacer una
pequeña comparación con todos los casos de muertes (por la minería en Colombia)
que son invisibilizados por los medios y sin ningún pronunciamiento,
investigación o represalia por parte del gobierno, ¿que injusto no?, si bien
unas palabras no devuelven la vida de nadie, existen gobiernos que les importa
más al pueblo que representan que su popularidad.
La invitación es que nos solidaricemos con el pueblo
Venezolano, que nos duela la muerte y la intransigencia, que no naturalicemos
las tragedias, ya nada podemos hacer por los muertos mas que un grito de
aliento por sus familias, nada podemos hacer por la refinería mas que esperar
que el gobierno tome las decisiones correctas; por nosotros y para esperar que
en Colombia no mueran a diario trabajadores en “la locomotora minero energético”
lo podemos hacer todo informándonos y exigiéndole al gobierno un accionar
correcto como el que se toma en Venezuela ante esta situación.
MAS QUE NUNCA LA CONSIGNA POR LA VIDA DIGNA, POR EL TRABAJO
DIGNO COBRA VIGENCIA EN TODO EL MUNDO, SOBRE TODO CUANDO EL CAPITALISMO ES
DEPREDADOR Y A LOS RICOS POCO LES IMPORTA LA HUMANIDAD.
Si el gobierno Venezolano por negligencia (en el tratamiento
de la refinería) tiene la responsabilidad, tendrá que asumir la verdad y hacerlo
participe con la comunidad, si la responsabilidad es de otros, a estos tendrán que
juzgar. Porque nos cansamos de la impunidad, no la vamos a soportar!!
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