16 de septiembre de 2013

¿Que hay detrás de el comunicado de retorno a la normalidad académica?





En los pasados días el rector Ignacio Mantilla y el vicerrector de sede Diego Hernández han enviado una serie de correos en los que invitan a los estudiantes a enfrentarse a los trabajadores para retornar a la normalidad académica.
Frente a esta situación es necesario que hagamos memoria, fue la administración la que después de anunciado el paro, decidió suspender el calendario académico en reunión extraordinaria del CSU. Al mismo tiempo los trabajadores invitaban a toda la comunidad universitaria a asistir a la universidad y generar espacios de discusión conjuntos, multiestamentarios, para dar solución a la crisis que atraviesa. Asimismo, es la administración la que tiene la capacidad de poner fin a este conflicto cuando le dé la gana, pero es evidente que no hay voluntad política de hacerlo.
Frente a las peticiones de los trabajadores, estudiantes y profesores en asamblea triestamentaria de establecer una mesa conjunta con la administración que dé salida a la crisis de la universidad, la administración se ha quedado callada, siendo su única alternativa el uso de la fuerza (aumentaron el contrato de la seguridad privada de la universidad para tener 50 motos nuevas y 50 vigilantes más SOLO PARA 3 SEMANAS por un costo de 400 millones de pesos, mientras en la sede no hay edificios, profesores, bono alimentario, residencias, entre otras cosas), y demandar ante la procuraduría para que el paro de los trabajadores sea declarado ilegal y así poder tomar represalias contra ellos y quienes los apoyan.

El vicerrector de sede exhorta a los trabajadores a que dejen los bloqueos y que utilicen los mecanismos legales que el “estado social de derecho” les brinda. Encontramos lamentable el bloqueo que hacen los trabajadores a los edificios, pero entendemos que es la única vía que les queda cuando la administración hace y ha hecho, durante mucho tiempo, oídos sordos a sus necesidades. Después de la ola de protestas que ha recorrido el país, vemos que la universidad es un fiel reflejo de este: un gobierno que hace oídos sordos a las necesidades de su pueblo, una administración que hace oídos sordos a la crisis de su universidad.
Este es el momento para que como comunidad universitaria nos unamos, no en contra de los trabajadores, si no junto a ellos y a los profesores, acabar con la antidemocracia y el “bloqueo institucional” de la administración. Es el momento de que nos pongamos la camiseta por la universidad, por la verdadera democracia al interior de ella y así hagamos de la universidad el laboratorio para el país que queremos.


Los invitamos a que asistan mañana a la universidad, participen con propuestas en las asambleas de facultad que se estarán realizando desde las 8am y en la asamblea de sede triestamentaria a las 11am en el León de Greiff.


Una verdadera democracia al interior de la universidad, hará que lamentables episodios como el de los trabajadores no se repitan, pero para eso es necesario que cambiemos de raíz la composición de los órganos de dirección como el CSU, donde sólo 2 de 9 miembros son elegidos democráticamente, y esta es una dinámica que se reproduce en todos los niveles, y más que eso, que tomemos las riendas del destino de nuestra universidad.


Los trabajadores continúan en asamblea permanente hasta que:


1. Se retire la propuesta radicada ante el gobierno nacional de alza de salarios y se radique una que sí cumpla lo pactado con los trabajadores, a la luz del estudio realizado que le costó a la universidad 150 millones de pesos.


2. Retornar los 126 cargos que fueron transformados de “Carrera administrativa” a “libre nombramiento y remoción”.


3. Firmar un acuerdo de garantías para que no halla represalias en contra de los trabajadores.






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