Iniciada hoy la mesa de
negociación de la Habana, gran sorpresa tuvo la declaración de Iván Márquez que
señalaba el cese al fuego de Noviembre 20 a Enero 20 de manera unilateral por
parte de las FARC, ante la negativa por parte del gobierno de un cese bilateral
a las confrontaciones, declaración que dio Humberto De la Calle desde Noruega.
Para el gobierno es claro que lo
que buscan no es una paz verdadera, sino el silenciamiento de las propuestas
alternativas ya hayan hecho o no uso de las armas, por eso tomarse la atribución de poner a descansar a
unas fuerzas militares con más de 500mil contingentes que solo sirven para desaparecer
personas inocentes y asesinar guerrilleros, es algo que no pueden permitir. “Jamás
pensaremos en cese a la actividad militar” dijo el vocero del gobierno,
justificando que eso fortalecería militarmente a la insurgencia. Lo interesante
es como con hechos la insurgencia les calla la boca, ya que demuestra ante todo
el mundo que su organización no es prioridad sobre los intereses de millones de
colombianos que están cansados de noticias trágicas a causa del conflicto armado.
La voluntad es clara por parte de
las insurgencias, quieren darle solución a los problemas que presenta el país,
con armas o sin armas, para ellos ese no es el inconveniente; no solo las FARC
sino el ELN que ya había tenido unos acercamientos en el gobierno de Uribe y
señaló estar dispuesto a negociar también.
Para el pueblo Colombiano la
necesidad del cese al fuego y la mejora de las condiciones de vida de es la
prioridad, ahora pues, la pregunta está en cuánto estará dispuesto a ceder el
gobierno Colombiano en sus intereses de padrinos del capitalismo devorador que
desplaza campesinos, asesina sindicalistas y promueve política que hacen más
ricos a los ricos, y acrecienta la
brecha entre la clase media y los pobres con ellos, para sacarse esa espinita
de las insurgencias en los territorios, que impiden la entrada de las
multinacionales y el saqueo a los territorios ancestrales.
Ya está claro que el gobierno no
quiere prolongar mucho la mesa, -¡que se resuelva la desmovilización ya!- Es la
consigna de Juan Manuel Santos y que eso le traiga popularidad a su gobierno
para pensarse la reelección. Pero claro está que si no se resuelve a raíz las
condiciones mínimas para mejorar la vida de los colombianos y garantizar que no
se conviertan nuevas masacres como las de la UP y A LUCHAR, está mesa de
negociación no tendrá éxito.
LAS INSURGENCIAS TIENEN LA VOLUNTAD
DE RESOLVER TODO DE LA MEJOR MANERA, LA PREGUNTA ES CUÁNTO DE ESTO DESEA EL
GOBIERNO COLOMBIANO, SI NO MAS BIEN REDUCIR A SUS ENEMIGOS MEDIANTE UN TRATADO
ESCRITO EN EL PAPEL.
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