Fuente: Federación Colombiana de Prensa
El periodista Guillermo Quiroz, falleció tras
permanecer ocho días en cuidados intensivos en una clínica de Sincelejo, donde
murió en la noche del 27 de noviembre, como consecuencia de los fuertes golpes
en la cabeza sufridos al caer de un vehículo de la Policía Nacional.
En su última entrevista, el periodista desmintió la versión de los
uniformados que indicaron que el comunicador se lanzó del vehículo al negar su
trasladado a la Fiscalía del municipio de Corozal, por el delito de agresión a
servidor público; expresó que se negó a que le inmovilizaran
su motocicleta, y aseguró que: “me subieron en
un carro y un policía cogió y me golpeó y me tiró mientras el carro iba, me
golpearon toda la cara”.
La FECOLPER insta a sus 1200 afiliados y a
todos los periodistas en Colombia a hacer un minuto de silencio y/o emitir
durante 60 segundos la marcha fúnebre
este 29 de noviembre, antes de iniciar los titulares de noticieros;
posteriormente reseñar el fatídico hecho, y además, hacer plantones a nivel
nacional para exigir a las autoridades competentes investigación que permita
esclarecer los hechos, conocer la verdad y hacer justicia.
La Federación Colombiana de Periodistas “FECOLPER”, reitera a la Policía
Nacional los compromisos adquiridos con el gremio periodístico, con relación a
los acuerdos para el respeto mutuo y el informe con los resultados de las
investigaciones disciplinarias a los integrantes de la institución denunciados
por agresiones a periodistas y reporteros gráficos.
Adicionalmente, la FECOLPER expresa públicamente su preocupación por las
facultades que el Código Nacional de Policía y Convivencia, radicado en el
Congreso, le otorga a la Fuerza Pública, con respecto a instrumentos legales
para “el retiro del sitio”, “la incautación”, y “el uso de la fuerza”, en
posible contravía del pleno ejercicio de la libertad de prensa, decomiso de
material periodístico y uso desmedido de la fuerza.
La FECOLPER insiste en la necesidad de crear instrumentos
para identificar y propiciar el cumplimiento de los deberes y determinar los
alcances y límites, de conformidad con las actividades propias del ejercicio
periodístico y la acción policial. Además, exige un compromiso serio y
demostrable para que ningún hecho quede en la impunidad.
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