En menos de dos semanas 3
amenazas han rondado, de parte de las águilas negras, a los sectores populares,
sujetos críticos y organizaciones políticas que se mueven y protagonizan el panorama nacional en un
momento de inconformidad del pueblo con el gobierno y de ascenso de las
propuestas alternativas que dan pie a la búsqueda de un mundo mejor -como
congreso de los pueblos con el Congreso Educativo y de Paz, la Mane y la construcción de una propuesta de educación
superior-.
La primera amenaza apareció en la Universidad Pedagógica, dirigiendose
al profesor Renan Vega, organizaciones y estudiantes de la universidad, alrededor del
trabajo que vienen desarrollando los
amenazados y la visibilización que
tienen algunas propuestas en este espacio; si bien no toca a todas las
expresiones de la universidad la vemos como un atentando a los sectores más
críticos y democráticos, ya que su objetivo fundamental no es simplemente
detener la actividad de x o y organización sino transgredir con prácticas y
objetivos de la lucha del movimiento universitario; la manera en como lo hicieron fue a punta de insultos y señalamientos sin ningún piso real ante la carencia de argumentos de
oposición a la lucha por un mundo mejor.
La segunda amenaza se sale un poco de la vida
universitaria y vulnera trasgrede a defensores de los derechos humanos
participes en las apuestas organizativas populares nacionales –Marcha Patriótica y Congreso de los Pueblos- esta amenaza muy por el contrario de
ubicar el accionar de los amenazados en su labor de defensa de los derechos,
solo relaciona su participación a otros escenarios de la vida política nacional
y de nuevo el madrazo es la única constante.
La tercera amenaza, dirigida a la
universidad nacional intenta ubicar todas las organizaciones, más que por un
estudio exhaustivo de su actividad porque sus nombres aparecen en las paredes del
campus, y menciona algunos nombres (de personas) sin relación alguna con las
organizaciones amenazadas. El objetivo de esta amenaza como de todas las
anteriores es decir que los tienen ubicados, que blablabla, insistir en que hay
que dejar de luchar, sobre todo amedrentar, no escatimar en referentes para
asustar a aquellos que agitan las banderas por una educación distinta, por el
respeto de la dignidad humana, por el socialismo.
La conclusión en estas amenazas
es que a las águilas negras si algo le hace falta es formación; los elementos que se desglosan pareciesen salidos
del primer nombre que se les ocurrió y sobre todo de falta de claridad frente a
la lucha popular, ya que los que salen untados (en nombres) no tienen ninguna
relación con la actividad que “se les acusa”. Mas sin embargo no los subestimamos y su
actividad no la pasamos desapercibida; no es la primera vez que este grupo
paramilitar realiza este accionar, su actividad terrorista se articula muy bien
con la represión sistemática que el estado ha justifica cada vez que una
coyuntura muy fuerte se desata (en este caso la lucha por una educación para un
país por soberanía, democracia y paz), evidenciada en los campus con la
presencia del esmad, militares y
celadores que pareciese trabajaran para pasar informes de inteligencia.
Lo preocupante es que este grupo
que ubica a todos los que piensan distinto como objetivos militares, que
quisiera que toda Colombia estuviese en toque de queda, que perpetua en un país
con tanta historia de lucha y resistencia su discurso del asesino sin ideales,
no dé la cara a los que amenaza, que no sepamos dónde están, que crea que le
debamos tener temor para desenvolver nuestras vidas, que debamos pensar que el
que se la pasa mirando, que el celador que me saluda o el que me trata mal, que
el jíbaro de la u, es un enemigo al que no le puedo expresar mi opinión, muy
triste sobre todo en un país donde se
promulga la democracia como pilar.
Ante este hecho exigimos a las
directivas de las instituciones en las que han surgido las amenazas y al gobierno en general que se pronuncie en
contra, que deje de señalar al crítico y al revolucionario como el terrorista y ataque a los verdaderos
terroristas que no permiten desarrollar la vida política y académica.
Adicionalmente un saludo muy
fraternal y el respaldo más profundo a los amenazados, cuentan con nosotros (el
periódico) y todos los colombianos que no nos dejamos espantar, más cuando es
tan justo nuestro accionar. Le queremos dar un manejo político a esta situación,
jamás olvidar y quedarnos callados, mucho menos asustarnos y dejar de
pronunciarnos, vamos a señalarlo, repudiarlo y continuar actuando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario