La irrelevancia que
proporciona los medios de comunicación vuelve a retomarse ante los brutales
desalojos sin reparación, de familias desplazadas que invaden algún territorio
del país.
Otro que se suma a
los múltiples acontecimientos, es el ocurrido el pasado jueves 31 de mayo, en
el barrio La Cruz, ubicado al oriente de Medellín donde se presentaron
disturbios entre habitantes y la fuerza pública al resistirse a un segundo
desalojo en el mes, por causa de la invasión que realizaron al lote, y en el cual
una persona salió herida y otras dos fueron capturadas. La brutalidad policial
no podía faltar en este hecho al implementar gases lacrimógenos en presencia de
niños, adultos mayores y a la vez destruir sus pertenencias y sus casas de madera,
latón y plástico de alrededor de 20 familias.
La posición que
toma el Estado por la búsqueda de soluciones a estas familias, es sencillamente
con olvido y desenvolvimiento de sus compromisos con el pueblo. Como resaltamos
principalmente las grandes cadenas de medios de comunicación, nunca emitieron
estos sucesos, pero es de saberse que no es conveniente que el público
televidente observe esta cruel y triste realidad en la que viven estas familias
de bajos recursos, desplazadas y que en el día de hoy vuelven a construir sus
ranchos en este barrio, sino que se siga encubriendo más y así se obtenga falsas expectativas de lo "eficiente" que es este gobierno.
Cada día cientos de familias campesinas e
indígenas son afectadas por el desplazamiento no solo por el conflicto armado,
sino también producto de las multinacionales que para saquear la biodiversidad
de Colombia mediante colaboración de paramilitares y las fuerzas armadas
proceden a dejar a estas familias sin sueños; estas empresas
que cuentan con el total apoyo del gobierno obtienen grandes riquezas para
unos pocos y dejando a así al pueblo colombiano en una total pobreza que
es latente hoy en día, y no como la hacen ocultar con encuestas que especifican
que la pobreza a “disminuido”.
Ahora bien tendríamos que pensar cuales y de quien son los intereses por los que está defendiendo la fuerza pública, que accionaron su
poderío contra la población civil indefensa y vulnerable. Además es interesante pensar y poner en cuestión por que una entidad estatal es la encargada de desalojar a un grupo de personas que se organizaron para no morir por el frió de las noches.
Sin embargo, ante todo esto hay
que admirar a estas familias, y más que todos a los niños que a pesar de las
problemáticas, sacan de si una gran sonrisa para volver a empezar de cero y hoy día se agradece a aquellos abuelos, abuelas, padres,
madres por hacer de esos hijos e hijas de el barrio La Cruz una bandera de
lucha y resistencia, para convertir esperanzas, en soluciones para seguir un camino por un mejor vivir.
Foto tomada por Camilo Ríos
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