Nuevamente la violencia
contra la mujer presenta nuevos casos, tan brutales e indignantes; que en los
últimos días ha puesto a hombres y mujeres a pensar lo poderoso que es
este monstruo de violencia, el cual cada día cobra victimas ante el silencio complice de la sociedad.
Uno de estos nuevos casos es
el de Rosa Elvira Cely, de 35 años, una trabajadora quien vendía minutos a
celular en la entrada peatonal del Hospital Militar, una madre de una niña de
12 años, una estudiante del Instituto Manuela Beltrán, en donde validaba su
grado decimo y una mujer cuyo gran sueño era ser psicóloga. Este lamentable
suceso ocurrió el pasado 24 de mayo en horas de la madrugada en el Parque
Nacional, donde Rosa mediante una llamada al 123 de emergencias comunicó que
estaba siendo violada y donde exactamente se encontraba. La policía después de
las 6 de la mañana logró encontrarla semidesnuda, con hipotermia, con
heridas de arma blanca, golpeada y traumatizada.
Rosa fue traslada al Hospital Santa Clara, en donde luego de cuatro días de cirugías, lastimosamente falleció por una peritonitis, a causa de un empalamiento provocado por los atacantes al parecer con una rama, la cual destruyo sus órganos internos tales como el útero, trompas de Falopio e intestinos.
Rosa fue traslada al Hospital Santa Clara, en donde luego de cuatro días de cirugías, lastimosamente falleció por una peritonitis, a causa de un empalamiento provocado por los atacantes al parecer con una rama, la cual destruyo sus órganos internos tales como el útero, trompas de Falopio e intestinos.
El viernes fue capturado uno
de los atacantes de Rosa, quien ella había identificado como conocido, esta
persona es Javier Valenzuela, amigo de la víctima, la cual había compartido esa
noche unos tragos con el otro atacante identificado como Ezmer Mauricio Ariza
Rojas, quien se entrego el domingo en horas de la tarde.
También es importante
aclarar que la “eficacia” que dio como siempre la policía ante este asunto fue
de cero, ya que para encontrarla tomaron varias horas, hay inconsistencias del tiempo exacto en el cual ella llamo y fue llevada
al hospital, lugar que no da explicación alguna del porqué fue trasladada a este,
en vez de llevarla a uno cercano como pudo ser el Hospital Militar, o el San
Ignacio, y además al afirmar que no hubo una negligencia médica en
este suceso. Así que es claro que para el estado y la policía la violencia
contra la mujer no es significativa.
Ante este hecho y otros que
han sucedido incontables veces, se puede observar que la violencia, la
opresión, la discriminación y los múltiples factores que afectan la vida de la
mujer, lleva un proceso histórico concreto, en el que por medio de una
educación machista que impone la sociedad capitalista, la mujer se ve
constantemente amenazada, ultrajada, maltratada y en la mayoría de veces
asesinada, por un entorno que la juzga solo por el hecho de ser mujer. Ante la
sociedad capitalista totalmente signada por la explotación y la dominación de clase,
el hambre, la violencia, el despojo, la injusticia, la mercantilización de
derechos, la masacre de la naturaleza, etc, se erige también un sistema
patriarcal; sistema donde las relaciones son asimétricas entre hombres y
mujeres, donde se valoriza más al hombre que a la mujer. Valorización que llevó
a que la vida, la alegría y los sueños de doña Elvira fueran arrebatados por
siniestros personajes educados en una sociedad tan dañina, tan viral, tan
vilipendiada como lo es la sociedad capitalista.
Pues, hay que decirlo, tanto
el capitalismo como el patriarcado impregnan todas nuestras relaciones sociales
y personales con una mirada que nada tiene que ver con la realidad que vive la
clase trabajadora y el pueblo pobre y la violencia y discriminación hacia la
mujer.
Es por eso que hay que
enfatizar que lucha por una Nueva Sociedad, no se lleva a cabo sólo por el
hombre, sino que su principal base y fuerza es junto a la mujer, es con ella
que se logra la meta de transformación, porque la mujer es la que brinda vida,
brinda amor a todo el pueblo, para que este lleve a cabo su camino por un mejor
mañana. Y ante esto también se acompaña con la lucha por una Nueva Escuela, en
donde se eduque al hombre y a la mujer del mañana, los seres humanos del futuro
que labrarán senderos nuevos de libertad y de dignidad.
Por último, se debe repudiar
cualquier acto de violencia contra la mujer, y fortalecer su reivindicación
por el respeto a su vida y a su género. Para expresar esta inconformidad el
día domingo, se llevo a cabo una jornada de duelo y dignidad por Rosa y todas
las mujeres victimas del abuso y brutalidad de nuestra américa en el Parque
Nacional, con una enorme asistencia, la cual con una sola voz y una sola consigna, se
movilizaron hacia el lugar del hecho y exigieron el respeto y la justicia por
los derechos de la mujer. Nosotras y nosotros, mujeres y hombres de todas las
edades, seguiremos llevando gritos provocados por lo viral de esta sociedad
capitalista y pariendo muchos años más de construcción de poder popular
estampado por una identidad de lucha anticapitalista y antipatriarcal.
VEA AQUÍ LAS FOTOS DE LA JORNADA
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