Las alianzas entre las fuerzas
represivas del estado y fuerzas paramilitares
han estado presentes desde la época de la violencia en nuestro país. Desde ese mismo momento se ha podido
ver cómo estas dos fuerzas actúan de manera unida representando los intereses
del estado y de los más privilegiados del país. Las reconfiguraciones
territoriales y del paisaje y la concentración de la tierra en las áreas
rurales de nuestro país no se dan alejadas de ataques del paramilitarismo
juntos con las fuerzas militares en pro de los intereses de los terratenientes
y las multinacionales
Teniendo en cuenta que esta
amistad entre estas dos fuerzas no es nada nuevo ni espontaneo, se ratifica que
esta unión aún sigue vigente. Esto se materializa en los testimonios de la
comunidad de San José de Apartadó y el seguimiento de una ONG quienes resumen
la situación con la frase: “son miembros del ejercito de día y de noche son
paramilitares”.
Agresiones contra los campesinos,
robos de sus enseres y amenazas es lo que esta comunidad recibe diariamente
tanto por parte de los militares como de los paramilitares; estos últimos lo
hacen sin que nadie los pueda identificar. Lo que resulta irónico es que el
gobierno claramente desconoce estas situaciones al asegurar que los grupos
paramilitares ya no existen; ahora se llaman bacrim y se supone son
delincuencia común. Una “delincuencia común” que actúa claramente acorde a los
intereses del estado y en lineamiento con las acciones de las fuerzas
militares.
Los paramilitares en Colombia aún
existen y si actúan en complicidad con el ejército!
No hay comentarios:
Publicar un comentario