Una propiedad más adquiere uno de los hombres más ricos de Colombia, Luis Carlos Sarmiento Angulo compró El Tiempo. Sarmiento ya era dueño del 33 por ciento de ese grupo editorial, si a esto se le suma el 55 por ciento que acaba de comprar, su participación asciende a un 88 por ciento. El otro 12 por ciento está en manos de Juana, Adriana, Rafael y Camilo Santos, así como de la familia de Abdón Espinosa.
Los medios de comunicación además de constituirse como un espacio para la acumulación de capital, se han constituido en una de las herramientas más poderosas para la dominación ideológica, pues los dueños de estos son los mismos que se han constituido como los dueños de los medios de producción. Es así que logran legitimar sus acciones de explotación, haciendo ver las mentiras como verdades, y las verdades como mentiras.
Sarmiento justifica la compra de esta casa editorial no como un espacio de negocio, sino para garantizar la supervivencia de un patrimonio nacional, además, el mayor aporte que él le ve al diario no es solo como fuente de información, sino como factor estabilizador de la institucionalidad. Y en esto último el rico no dice mentiras, este diario (al igual que los demás diarios) ha tenido la tarea de estabilizar la institucionalidad, de inmiscuirse en la conciencia del pueblo colombiano, y hacerle creer que esas instituciones que viabilizan y materializan su explotación y su miseria deben perpetuarse en el poder por el bien de la nación.
Sin embargo, la compra de esta casa editorial tiene más matices de lo que se ve a simple vista. Primero, la sede del tiempo es un lote de 39.000 m2. Esa zona constituye el futuro urbanístico de Bogotá y el banquero está desarrollando a pocas cuadras la Ciudadela Empresarial Luis Carlos Sarmiento, de 105.000m2m, así que no se nos haga raro que en poco tiempo el Tiempo cambie de sede.
Segundo, Sarmiento es dueño de los bancos de Bogotá, Occidente, Popular y AV Villas, Leasing de occidente y Porvenir; además tiene millonarias inversiones en los sectores de la construcción, agroindustria, turismo y energía, así como participaciones en consorcios de concesiones viales, de aguas y aeropuertos, etc. Este hecho se contrapone a lo que con tanto esfuerzo lleno de mentiras ha venido haciendo la administración Santos, hacer ver que en Colombia si existe la libertad de prensa, pero ¿Cómo un periodista podrá informar con plena libertad sobre pensiones, reforma tributaria, política de vivienda y agraria, si su jefe es el dueño de estos negocios?
Esta compra a pesar de no sorprendernos, reafirma lo que tantas veces denunciamos, que los medios son aliados del capital, bueno, ni es que sean aliados, son dueños del capital, la comunicación sirve para la institucionalidad, para la legalidad del robo y la usurpación. El Tiempo no es el único medio en manos de los ricos del país, La familia Santo Domingo tiene Caracol Televisión, El Espectador y un grupo de revistas. Carlos Ardila Lülle tiene el canal RCN y las 140 emisoras de radio de RCN Radio, así como la revista Caras y otras publicaciones.
Reafirmamos nuestro compromiso como medio alternativo de seguir denunciando e informando cada suceso que en estas tierras ocurren, cada acto del enemigo y cada lucha del pueblo, reafirmamos nuestra solidaridad desde la comunicación alternativa, desde la comunicación rebelde, y seguiremos siendo UN GRITO DE LUCHA SOCIALISTA.
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