Siendo aproximadamente
las 7:30 de la mañana, y después de esperar por varios minutos un articulado de
Transmilenio para poder transportarse, algunos usuarios de este sistema en la
estación de Banderas, decidieron bajarse de la plataforma para hacer un
bloqueo, lo cual fue bien recibido por otros usuarios haciendo que estos
hicieran lo mismo y que no fuera bloqueada sólo la calzada de Transmilenio,
sino también la de tráfico mixto. Iniciado el bloqueo, el sistema colapsó, y
cada vez más usuarios se unían a la manifestación con arengas, gritos y
reclamos por el pésimo servicio.
Transcurridas unas
horas desde el inicio del bloqueo, con los usuarios enfurecidos y dispuestos a
no moverse de ahí hasta que se solucionara algo, con amenazas de la policía y del
ESMAD, advirtiendo que si no se suspendía el bloqueo intervendrían con su
represión. Sin embargo la gente no cedía tan fácil, y solicitaron a tres
personas, pero ninguna llegó: El gerente de Transmilenio, el Secretario de Movilidad
y el Alcalde Mayor. Sin embargo enviaron al director operativo de TM quien no
supo dar respuesta a los reclamos que se le hicieron y optó por hablar a puerta
cerrada con unos pocos manifestantes. Al salir de esta reunión se dijo que se
convocaba a un “cabildo abierto” el día domingo 4 de marzo en las instalaciones
de Transmilenio para concretar “mesas de diálogo” en las cuales se discutan los
problemas que tiene el sistema. Además de esto, se llegó al acuerdo entre los
manifestantes de seguir con el bloqueo indefinidamente, el cual fue reprimido
en dos ocasiones, pues creían que esto hacía parte del juego de las promesas
que tanto les gusta a los gobernantes.
La primera represión
ocurrió en la estación de Mandalay, en la cual se encontraban marchando un
grupo aproximadamente de 30 personas quienes fueron agredidos por el ESMAD
mediante insultos a las mujeres, tratándolas de perras, y lanzando gases, provocando heridas en el tobillo de
una muchacha.
La segunda se
produjo pasadas las 4:30 de la tarde, cuando fue dada la orden de disolver el
bloqueo, en donde el ESMAD lanzo gases, golpeó manifestantes y detuvo a más de
25 personas.
Con esta
protesta se exige mejor calidad en este transporte, la cual se traduce en una
reducción en las tarifas, mayor cantidad de buses en circulación, arreglo de
las baldosas, mejor seguridad contra robos, mejor trato a discapacitados,
mujeres en embarazo y adultos mayores. Pero el gobierno responde a esto con
represión, mostrando así cuales son los intereses que defiende, intereses de
los dueños del Transmilenio que no es del distrito sino de entes privados que
se lucran a costa de los ciudadanos, quienes son condenados diariamente al
sufrimiento en este precario sistema de transporte.
Rechazamos el
carácter militarista de la administración, sus acciones violentas contra el
pueblo inconforme y sus proyectos de desarrollo que resultan beneficiando a
unos pocos, dejando pérdidas al distrito y finalmente perjudicando al conjunto del pueblo, nosotros pagamos la obra pero no la
disfrutamos.
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