Veníamos denunciando las malas condiciones de vida que tienen los internos de la cárcel La Tramacúa, ahora denunciamos que debido a la falta de respeto por la vida, gran característica del INPEC el prisionero Jhon Jairo Garrido decidió terminar con su vida.
La falta de atención a las solicitudes de los presos, que requieren traslados a cárceles más cercanas a sus familias, cobró el 1ro de septiembre una víctima. Se trata del prisionero Jhon Jairo Garrido, a quien se le negó su traslado a una cárcel más cercana a Neiva en donde residen sus familiares. Su desesperación por este hecho llegó al punto en que decidió suicidarse en su celda.
El caso de Jhon no es un hecho aislado, pues cientos de familias deben incurrir en gastos demasiados altos con tal de poder visitar a sus familiares unas pocas horas que en el caso de esta cárcel llegan a ser solamente 2 horas.
Reiteramos la represión, por parte de funcionarios del INPEC, que han sufrido los presos a sus jornadas de protesta pacífica, en donde uno de los puntos de exigencia era precisamente el que llevo a Jhon Jairo a tomar la decisión de quitarse la vida.
Este hecho recalca los abusos a los que son sometidos los reclusos de las cárceles y el intento desenfrenado de las autoridades por invisibilizarlos y hacerlos callar, por el simple hecho de querer un trato digno en reclusión.
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