Quienes nos pronunciamos hacemos parte del Asentamiento Asoambientalístas en el sector de el Vergel en Pereira (Risaralda) Somos hombres y mujeres, niñas y niños, jóvenes y viejos, algunas personas en condición de discapacidad, muchos desempleados, vendedores informales, amas de casa. Somos desplazados por la violencia, pero también y principalmente, desplazados por la economía, somos víctimas de las altas tarifas de los servicios públicos, del costo elevado de los arrendamientos, de la falta de oportunidades y garantías para acceder a la salud, a la educación, a un empleo y sobre todo, a un techo digno. Somos más de 100 familias que exigimos nuestro derecho a existir. Llegamos a estos predios que hoy ocupamos porque nuestras condiciones económicas nos obligaron, porque para nosotros, por el hecho de ser pobres, no existen garantías para ejercer nuestros derechos.
Llegamos a estos terrenos hace ya varios años porque no contamos con los recursos suficientes para pagarnos una vivienda y porque para estos gobiernos resultamos incómodos por nuestra condición de miseria.
Pero pese a no tener nada, desde que llegamos hemos buscado vivir con dignidad. Cultivamos, sembramos, trabajamos la tierra y eso una vez más parece molestarle a quienes nos gobiernan. Estos terrenos que en el papel aparecen como propiedad del Estado, tienen vida gracias a nosotros, al pueblo que somos la razón de ser de ese mismo Estado. Aquí hemos levantado nuestros hogares, aquí crecen nuestros hijos, aquí convivimos y construimos comunidad. Y así tranquilos estábamos deseando solo poder vivir y produciendo parte de nuestro alimento, en armonía con la naturaleza que nos rodea, pero nuevamente al gobierno esta idea no le gusta y por eso nos persiguen, nos reprimen y nos niegan de la manera más inhumana nuestro derecho a vivir y habitar.
Desde hace más de año y medio el gobierno municipal en cabeza del alcalde Israel Londoño nos viene negando el derecho a estar en algún lugar de la ciudad; desde mayo de 2010 venimos siendo víctimas de los desalojos adelantados por la oficina de control físico y la policía nacional, con la mirada cómplice de las autoridades civiles y el silencio temeroso de la Defensoría del Pueblo y los organismos de control.
En dichos desalojos los abusos se cuentan por montones, las autoridades llegan y nos sacan nuestras pertenencias, arrancan los plásticos, maderas y latas que nos sirven de paredes y techos, se nos han robado algunas de las pocas cosas que poseemos, ha habido burlas por parte de los funcionarios, que ríen mientras destruyen nuestras casas, han pisoteado hasta la bandera de nuestra Colombia que izamos con honor en nuestro territorio, no les ha importado la presencia de nuestros niños, de nuestros abuelos, de las personas enfermas y en condición de discapacidad. Este gobierno y todos los anteriores nos desalojan, nos desplazan, nos persiguen, nos obligan a abandonar los terrenos simplemente porque no tenemos con qué pagar y hacernos a su propiedad, porque no tenemos con que sostenernos. Nos preguntamos ¿será entonces que por ser pobres, por no tener un techo propio, un empleo, no somos ciudadanos, no tenemos derecho a vivir en esta ciudad? Por eso hacemos un llamado urgente para que nuestra voz sea escuchada, e instamos a:
1. A la comunidad en general, a las organizaciones sociales, a los grupos de ciudadanos a solidarizarse con nuestra justa causa, acompañarnos en nuestras demandas, los convocamos a sumarse a nuestra lucha, a ayudar a organizarnos para reclamar nuestro derecho a la vivienda digna.
2. A las autoridades civiles y los organismos de control los llamamos a proteger nuestros derechos, a ser garantes de que no se vulnere nuestra integridad, nuestra dignidad; los convocamos a denunciar las irregularidades y atropellos ejercidos por estos gobiernos que creen que la pobreza se combate persiguiendo y reprimiendo a quienes la padecemos.
3. Exigimos del Estado y en particular del actual Alcalde de Pereira, Israel Londoño, el estricto cumplimiento de nuestros derechos, en especial a la vivienda digna, y por ello reclamamos que se nos resuelva la situación, que seamos reubicados en condiciones dignas, justas y claras. Les exigimos igualmente que no se nos desplace, que no nos desalojen más, que se respeten los derechos de nuestros niños y ancianos, que podamos estar en este territorio todo el tiempo que sea necesario, hasta tanto se nos resuelva definitivamente la reubicación dentro de un proyecto de vivienda digna. Es obligación del Estado garantizar a los colombianos todos nuestros derechos y no se nos debe tratar como a delincuentes por el hecho de no tener nada, y reclamar que se respete lo que la Constitución demanda.
4. Convocamos a la ciudadanía, a los pereiranos y pereiranas, a los risaraldenses, a Colombia entera a no ser indiferentes, a no hacerse los de la vista gorda. Hoy somos nosotros, la comunidad de Asoambientalístas -El Vergel, quienes padecemos el maltrato y desprecio de los gobernantes, mañana puede ser cualquiera, todos, porque para quienes se dicen gobernarnos lo que importa es cuanto hay en nuestros bolsillos, no cuanto hay en nuestras mentes y corazones, ni mucho menos, cuáles son nuestros sueños y esperanzas. Por eso nuestro llamado esa la Solidaridad y a Resistir. Comunidad Asoambientalístas
sector el Vergel, Pereira Risaralda, Colombia. 12-09-2011
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