El
conflicto que vivimos en Colombia tiene múltiples motivos, pero el principal de
ellos es la tenencia abismalmente desigual de la tierra. En este país gobierna una mentalidad terrateniente, paramilitar y corrupta.
La tierra es la riqueza que entre las águilas (las del norte y las negras) se
disputan. Cada una se cree su dueña y ha olvidado que solo el pueblo que la
trabaja puede apropiársela. Aquel pueblo cansado de trabajar para enriquecer a
otros mientras muere de hambre. Aquel pueblo que es capaz de crear una relación
con la tierra que no esté mediada por el interés capitalizador o materialista,
sino que la reconoce como el elemento que puede alimentarlo.
Mientras
se intentan llevar a cabo los diálogos de paz, continúan las oleadas de
violencia en todo el país. A pesar de que los medios masivos de comunicación
sigan encubriendo los múltiples asesinatos y amenazas, no se puede tapar el sol
con un dedo. Existen aproximadamente 2.682
asesinatos anuales (en los últimos 31 años) producidos por la disputa
agraria.
Son
silenciados todos los luchadores sociales que reclaman la tierra de sus
comunidades. Éstos reciben constantes panfletos, mensajes a sus celulares y
“visitas”. En pocas palabras, el miedo es el aperitivo de cada comida. La
restitución de tierras es una nube que se disipa en el aire para las
poblaciones desplazadas. Pues además de su condición de desarraigo causada por
la violencia, al llegar a los centros urbanos deben vivir el infierno de
atropellos propios de una ciudad de miseria y marginalidad. El panorama resulta
negro por donde lo miremos pues, a pesar que el gobierno dice ofrecer
“garantías” para el retorno a las tierras, las AUC lo impiden eliminando a los líderes sociales
y sembrando terror en las comunidades. Sin contar la participación de algunos
picaros pretenden adueñarse de las tierras falsificando títulos de propiedad.
La
paz se construye con justicia social porque con hambre no hay paz. Todos los y
las colombianas esperamos que la PAZ no siga siendo una caricatura cruel e
implique un cambio drástico en el orden social.
ALGUNXS LUCHADORXS Y
LÍDERES(AS) SOCIALES ASESINADOS POR LAS BALAS DE LAS AUTODEFENSAS Y LA OMISIÓN
DEL ESTADO SON:
Oscar
Maussa, Elizabeth Silva Aguilar, Ana María Moreno, Omar Salazar y familia,
Edgar Bohórquez Palma, Hernando Pérez, Sara Rodríguez, Inampuez Beto Ufo, Alex
Gonzales, Jair Murillo, Rigoberto Ramírez, David Gómez Rodríguez, Ever Verbel
Rocha y Bernardo Ríos.
NO LOS DEJEMOS MORIR
EN EL OLVIDO
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